Pedro Zerolo dejó un profunda huella en la ciudad de Madrid en forma de convivencia, tolerancia y libertad. Su legado no es únicamente el nombre en un plaza sino la impronta de su contribución en la construcción de una sociedad mas abierta, diversa y justa.
Así pues Madrid tiene el orgullo de ser algo más que el escenario en el que Pedro Zerolo desarrolló su intensa vida como activista, como concejal, responsable de Movimientos Sociales de la Ejecutiva Federal y de presidente del PSOE Madrid. La huella de Zerolo en Madrid aún se encuentra en sus calles y en su gente. Un ejemplo es el barrio de Chueca, que él ayudó a convertir en un sitio de encuentro y diversidad, y cuya transformación sirvió de referencia para que otras ciudades impulsaran leyes de reconocimiento a los derechos de las minorías. Un reconocimiento que también está presente en numerosas calles y plazas de América Latina que llevan su nombre.
Pedro Zerolo no está con nosotros, pero el recuerdo en la ciudad de Madrid, en las asociaciones vecinales, colectivos de todo tipo en Madrid, lo recuerdan con orgullo y cariño, demostrado que su ejemplo es hoy en día, su mejor legado. Mas aún, ahora que nos enfrentamos a una ofensiva que quiere retroceder y que cuestionan las libertades, la igualdad o la inclusión de la diversidad. Resulta inaceptable que con excusas se pretenda imponer el destierro de la visibilidad del de la manifestación Orgullo, cuestionar la legitimidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.
Debemos reivindicar la ciudad como el punto de apoyo central para promover la convivencia. La Alcalá de hoy es mucho más que los 2000 años de historia, más que la Ciudad de las Tres Culturas, de su patrimonio histórico y arquitectónico, más que una “Ciudad Patrimonio de la Humanidad”. La Alcalá de hoy reside en sus gentes, en las más de 119 nacionalidades de sus habitantes, en las distintas etnias, en las diferentes formas de expresar su vitalidad, en las diferentes iglesias y confesiones que conviven en sus barrios…, siempre bajo la mirada atenta y eterna de Cervantes y los ideales republicanos y laicos del vecino Manuel Azaña. Esta ciudad también es mejor gracias al legado de Pedro Zerolo, donde a menudo nos visitaba.
Debemos reivindicar y promover que las ciudades sean espacio de respeto como mejor medio y antídoto contra la intolerancia. El compromiso de Pedro Zerolo con la política local estaba estrechamente vinculada a esta idea.
Ahora es cuando debemos continuar su legado sin concesiones, y avanzar en la conquista de mayores derechos para las mujeres y la comunidad LGTBI. Las ciudades deben seguir siendo un espacio de convivencia evitando la regresión que busca imponer la ultraderecha. Un país en el que todas y todos convivan con orgullo y dignidad.
Mónica Silvana González es Secretaria de MMSS del PSOE, Europarlamentaria. Militante de Alcalá de Henares.