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¿Qué ver en Guadalajara?

Pocas capitales de provincia tienen un legado tan impresionante. Y es que su legado árabe aún perdura. Guadalajara debe su nombre a «wād al-ḥaŷarah» (“río de piedras”). Parece que originariamente podría ser el nombre del río “nahar”, “henares”. del legado andalusí, por la falta de caudal del río.

Aún hoy podemos ver torreones árabes y parte de la muralla.

Pero sin duda, el viajero queda eclipsado por uno de los símbolos de la ciudad, el Palacio del Infantado.

Se trata de un edificio de finales del siglo XV, que perteneció a los Duques del Infantado. En su fachada destaca la estatua del Cardenal Mendoza, y en su interior destaca el Patio de los Leones.

Todo ello forma parte del Museo de Guadalajara, donde podemos disfrutar de alguna de las exposiciones, del Maratón de Cuentos o del Tenorio Mendocino, particular versión local del Don Juan Tenorio de Zorrilla.

Entre las joyas ocultas, el Palacio de la Cotilla, un palacio que a simple vista no dice mucho, pero en su interior esconde una maravilla, El Salón Chino, decorado todavía con el papel pintado original, según el estilo de la dinastía Qing.

Otra joya muy desconocida: El Convento de San Francisco, también llamado en Guadalajara “el fuerte”. En los bajos de la iglesia conventual se encuentra la cripta de los duques del Infantado, realizada a imagen del Panteón de los Reyes de El Escorial, una joya muy desconocida incluso para los vecinos del Valle del Henares.

Eso sí, tampoco podemos perdernos la plaza Mayor, la Concatedral de Santa María, la iglesia de San Nicolás, la iglesia de Santiago Apóstol el Convento de la piedad (así como la capilla funeraria de Luis de Lucena, del siglo XVI, que formó parte de la desaparecida iglesia de San Miguel.

Por cierto, que no se nos olvide el Panteón de la condesa de la Vega del Pozo, cuya estilo bizantino, es uno de los edificios más bonitos de Guadalajara.

Por supuesto en tu ruta, no olvides la gastronomía típica: asados, menús castellanos y sus famosos bizcochos borrachos…

Si quieres echar un ojo rápido no te pierdas este vídeo: