Por Óscar Sáez (*)

El Museo Arqueológico Regional ampliará sus instalaciones actuales con la Casa de los Arqueólogos en el recinto del Palacio Arzobispal. El proyecto que ha anunciado la Comunidad de Madrid trataría de dos fases: la primera consiste en transformar los restos en pie del antiguo palacio arzobispal, que se perdió en un incendio en 1939 en un lugar de encuentro para la arqueología y contará con laboratorios, biblioteca y auditorios. Perfecto. La segunda fase contempla la creación de un jardín de antigüedades, que se ubicara en el recinto amurallado, lugar donde actualmente se realizan conciertos, el Mercado Cervantino o el Don Juan, por ejemplo. Ahí vienen las dudas.

Desconozco si ese proyecto de jardín de antigüedades chocaría con el actual uso de la Huerta del Obispo o permitiría compatibilizarlo. Pero no podemos perder la perspectiva: este entorno amurallado es probablemente uno de los mejores escenarios al aire libre que tiene la Comunidad de Madrid, con capacidad para más de 10.000 espectadores, un lugar para explotar como parece que tiene pensado el Ayuntamiento de Alcalá con el ciclo de conciertos programados para agosto y septiembre durante los próximos cuatro años y que abrirá Melendi el 20 de agosto.

Una de las señas de la ciudad son las actividades de calle y los espectáculos mezclados con un entorno patrimonial única. Por eso, Alcalá no puede renunciar a un espacio que puede atraer a grandes figuras de la música y el teatro, una especie de Starlite, como tiene Marbella. Alcalá es una ciudad cultural, viva y abierta y el corazón que le puede hacer latir con más fuerza es la Huerta.

(*) Óscar Sáez es periodista