Esta es la principal conclusión de unas I Jornadas de Patrimonio, ‘Entre Patrimonio y Arquitectura: tres fachadas del patrimonio arquitectónico de CLM’, abiertas a la ciudadanía, en las que se ha analizado la legislación, la intervención en ciudades patrimonio y puesto en valor el patrimonio que aporta la arquitectura moderna, en la demarcación de Toledo del COACM.
El pasado fin de semana, se han celebrado, en la demarcación de Toledo del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha, las I Jornadas de Patrimonio que, bajo el título de ‘Entre Patrimonio y Arquitectura: tres fachadas del patrimonio arquitectónico de CLM’, ha convocado el COACM. La selección de ponentes, y de temas a debate, trajo consigo un gran éxito de participación, tanto presencial como virtual. Las jornadas contaron con más de 50 inscritos presenciales, que llenaron el salón de actos de la demarcación de Toledo del COACM, y además, fueron seguidas en directo por otras tantas personas, gracias a su retransmisión por internet.
La apertura de las jornadas correspondió a la decana del COACM, Elena Guijarro. Pese al éxito, la decana se mostraba ambiciosa con su continuidad y desarrollo futuros. “Aunque nos faltan estamentos por implicar, estoy satisfecha con el resultado de estas I Jornadas de Patrimonio”, señalaba, dando las gracias al equipo que las ha hecho posible. Así, de la interacción habida en las jornadas ya han surgido muchas cuestiones que se trataran en una segunda edición, a celebrar en otra provincia de la región en 2025. Sin embargo, el gran objetivo que perseguía el colegio, sí se ha conseguido.
Los asistentes -arquitectos, representantes institucionales y ciudadanos- y los medios de comunicación de la región ya saben que hay unas jornadas de referencia sobre la recuperación del patrimonio, en las que “vamos a poner sobre el tapete muchos temas de reflexión que nos afectan a todos”, sigue Guijarro. “Sólo hemos puesto la primera piedra”, añadía utilizando un símil arquitectónico, puesto que son muchos los argumentos que quedan por abordar: la continuación del análisis de la actuación de la administración y de la ley que afecta a esta materia, otras intervenciones en edificios singulares, los conjuntos históricos, las nuevas tecnologías y el patrimonio o la profundización en el legado del patrimonio arquitectónico contemporáneo.
Una de las entidades colaboradoras de las Jornadas ha sido la Universidad de Castilla-La Mancha. Inmaculada Gallego, vicerrectora de Sostenibilidad e Infraestructuras de la UCLM, también intervino en la presentación del evento, para después seguirlas por completo, calificándolas como “tremendamente interesantes” por el contenido y por los agentes que intervinieron, que actúan en todo el proceso de recuperación del patrimonio, desde la investigación previa sobre ese patrimonio, hasta la intervención, en sus diferentes fases.
La Junta de Comunidades estuvo representada en la apertura por José Gutiérrez, delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes en Toledo. “Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha que preside Emiliano García-Page felicitamos al COACM por la iniciativa, puesto que estamos completamente sensibilizados con la recuperación, protección y rehabilitación del patrimonio histórico-artístico de una región que cuenta con más de 800 BICs”, afirmó en la demarcación toledana del COACM. Gutiérrez recordó que el Gobierno regional ha aportado más de seis millones de euros para rehabilitar edificios históricos y patrimoniales, con los que “estamos haciendo región, puesto que ponemos en valor este patrimonio, también como fuente de generación de empleo, a través el ámbito cultural y turístico”.
Conduciendo las Jornadas estuvo Ángela Baldellou. La doctora arquitecta y periodista extraía, al término de las ponencias, sus conclusiones de unas jornadas que tildaba de “estimulantes”. “Ha quedado muy clara la extrema complejidad de la intervención en el patrimonio, y por lo tanto, la necesidad de colaboración entre todos los agentes que intervienen en el proceso, o lo que es lo mismo, la necesidad de abordarla desde un punto de vista multidisciplinar”. La presentadora de las Jornadas aludía también a la obligada exhaustividad en el análisis de cada intervención y a una perfecta adecuación al lugar, teniendo en cuenta su cultura y su identidad.
Las Jornadas se articularon en tres bloques, o “fachadas”, de análisis. El primero pormenorizó en la ‘Intervención en el patrimonio vista desde la administración y desde la experiencia del arquitecto que interviene’. Laura López Agudo, jurista del Servicio de Patrimonio y Arqueología de la Viceconsejería de Cultura y Deportes de la JCCM, que participó en la redacción de la Ley de Patrimonio de CLM, explicó que esta Ley, la 4/20213, “fue innovadora, puesto que respondió a las necesidades que, en aquel momento, tenía la comunidad autónoma”.
Según López Agudo, el texto destaca, en materia de patrimonio cultural inmueble, por su regulación de la justificación de las intervenciones y por la obligatoriedad de ‘multidisciplinariedad’ en los equipos que intervienen en su preservación. La jurista también se pronunciaba sobre la oportunidad de la convocatoria de las Jornadas. “La colaboración entre todos los intervinientes en la preservación del patrimonio cultural es básica. Por eso me ha parecido muy oportuno que el COACM haya organizado estas Jornadas, cuya existencia era reivindicada por todos los agentes implicados. Nos vendrá bien que éste sea sólo el inicio de una estrecha colaboración en el futuro”, terminaba.
Su “contrafuerte” lo aportaba el doctor arquitecto José Juste Ballesta, cuya dilatada trayectoria profesional incluye la gestión desde la administración, pero también intervenciones arquitectónicas de gran envergadura, en la catedral de Siguenza o en la Iglesia de Santa María de Guadalajara por ejemplo.
José Juste relató su experiencia en la relación entre los arquitectos contratados y las administraciones competentes -Junta de Comunidades, Ayuntamiento, y la administración central a través del IPCE-, a propósito de su intervención en la catedral de Sigüenza entre los años 1998 y 2010, junto a Eduardo Barceló. Juste afirmó que es necesario que los técnicos responsables por parte de la administración “tengan una formación específica e idónea para intervenir en el patrimonio” y, como prácticamente todos los intervinientes, se mostró partidario de la ‘multidisciplinariedad’ de esta labor, apuntando asimismo la importancia de una “relación fluida” entre técnicos y administrativos. El doctor arquitecto también subrayó la necesidad de las Jornadas. “Creo que el arquitecto ha dejado de lado la intervención en el patrimonio histórico en beneficio de otras disciplinas, muy respetables, pero que carecen de la visión multifocal que tiene nuestra profesión. Es esta perspectiva la que nos permite resolver los problemas tan complejos, y de índole tan diversa, que plantea el patrimonio, no solo entendiéndolo como un edificio, o conjunto de edificios históricos, sino teniendo, además, en cuenta la necesidad de que las ciudades históricas puedan seguir siendo amables y vividas por nuestros contemporáneos y no sean solo un museo, un decorado o un parque temático, que es lo peor que les puede pasar”.
La segunda “fachada” de las Jornadas analizó, precisamente, la intervención en las ciudades patrimonio de Castilla-La Mancha, para lo que se contó con tres ponentes de primer nivel.
Jesus Corroto, arquitecto y gerente del Consorcio de Toledo, habló sobre la regeneración urbana de la ciudad desde le perspectiva de la New European Bauhaus. “Estamos encantados de compartir y divulgar el plan histórico del casco de Toledo y, sobre todo, uno de uno de los hitos de la ciudad, como es la Plaza Corral de Don Diego, y su Salón Rico”, señaló, en alusión a este proyecto que ha implicado compartir el patrimonio, vivir el patrimonio y, con ello, insuflarle vida a la ciudad de Toledo, con viviendas y espacios patrimoniales de primer nivel como es este Salón Rico que nace de la ciudadanía. “Los toledanos nos pedían una plaza con tierra, una fuente pública, ver a los niños jugando allí. El Salón Rico tenía que ser un ágora de reunión, pero también un cruce de caminos entre Zocodover, la Plaza Mayor y el Alcázar. Ahora, este espacio le ha sido devuelto a la gente, a Toledo”, afirmó Corroto. El gerente del Consorcio se mostró partidario de que las personas sean el eje de las actuaciones patrimoniales. “Son el centro sobre el que tienen que pivotar las intervenciones, siempre las mínimas, con bisturí, no con excavadora, reciclando lo máximo. Desde una sencilla falleba, en una carpintería, hasta una puerta de nueva ejecución tienen que ser sostenibles, hablar de nuestro lenguaje, de nuestra cultura y artesanos”, opinó.
También dejó su testimonio Daniel León, arquitecto jefe de la oficina técnica del Consorcio de la ciudad de Cuenca. “Estas Jornadas son fundamentales, primero para nuestra profesión, puesto que ponen en valor la figura del arquitecto y todo lo que tiene que ver con la defensa y conservación del patrimonio histórico-artístico y sobre todo, arquitectónico. Castilla-La Mancha es un ejemplo en este sentido”, señaló el conquense. León también subrayó la importancia que tiene abrir a la sociedad el conocimiento de este patrimonio con este tipo de convocatorias. “Nosotros nos dedicamos a esto, pero de nada sirven los esfuerzos de profesionales y administraciones, si el habitante de las ciudades históricas no tiene la misma apreciación para exigir su cuidado y conservación”, afirmó. Como el resto de ponentes, el arquitecto jefe mostró su oposición a “convertir las ciudades históricas en parques temáticos”, apostando por “ciudades vivas en las que sean sus propios habitantes quienes demanden esa conservación”. Por último, puso en valor la formación y adquisición de nuevos conocimientos que propiciaron las Jornadas, “aprendiendo de los otros” y citando como ejemplo los procesos de participación ciudadana de Toledo.
También, y además de para las dos ciudades patrimonio que tiene la región, hubo sitio para que Antonio Fernández-Galiano, presidente del Consejo Rector de la Candidatura de Sigüenza a Patrimonio Mundial, en este caso en la categoría de Paisaje Cultural, explicase cuál es la situación del proyecto.
Antonio Fernández-Galiano destacó en su intervención que la candidatura que preside tiene por objeto reivindicar un paisaje cultural en el que “el patrimonio arquitectónico es de suma importancia” y que la ocasión que propiciaron las jornadas “no podía ser mejor para vender las bondades de nuestra pretensión”, por lo que se mostró muy agradecido al COACM. Fernández Galiano moderó además una mesa en la que participaron los dos representantes de los consorcios de las ciudades de Toledo y Cuenca que habían intervenido previamente. “No podíamos estar mejor flanqueados para divulgar nuestra candidatura y para que todo el mundo la perciba como algo factible”, señaló. El presidente del Consejo Rector de la candidatura seguntina dejó clara, en la misma línea que se habían expresado anteriormente los arquitectos, su aspiración a que “los más implicados, los seguntinos y los atencinos, hagan de todo este viaje algo propio y sentido”. Al respecto del momento actual del proyecto, Fernández-Galiano afirmó que “se habla ya de una candidatura con posibilidades, cosa que no estaba tan clara cuando empezamos nuestro peregrinaje en 2019” y remarcó el gran desafío que acomete ahora Sigüenza “para recuperar patrimonio”, si bien comentó que “la foto del momento nos permite albergar un cierto optimismo”.
Por último, la tercera “fachada” de las jornadas abordó el interesante tema de la ‘Intervención en Arquitectura Moderna y Contemporánea’, tratando de dar respuesta a los nuevos requisitos de construcción.
Javier Herce arquitecto y presidente de la demarcación guadalajareña del COACM, afirmaba que las Jornadas han supuesto una gran oportunidad, y, al mismo tiempo, han sido una de las primeras veces en las que se ha hablado de patrimonio moderno en Castilla-La Mancha. “Somos los arquitectos quienes tenemos el deber de transmitir el valor de la arquitectura moderna -hablamos de un patrimonio edificado más hermético, casi críptico- si queremos que, realmente, la opinión pública lo ponga en valor. Nos corresponde ejercer una labor didáctica”, señaló.
En este sentido, Herce puso por ejemplo la conciencia pública del valor incontestable de catedral de Siguenza, que contrapuso al desconocimiento generalizado del que también tiene el poblado de los trabajadores de la Central Nuclear de Almonacid de Zorita. “Sus planos están depositados en el Centro Pompidou, en París”, explicó. En este sentido, Herce dio a conocer tres proyectos ejecutados en Castilla-La Mancha, despertando, con ello, la sensibilidad del público hacia la arquitectura moderna y contemporánea, y hacia los valores que encierra. Fueron la rehabilitación de Arriaca Digital, en Guadalajara; la casa consistorial del Ayuntamiento de Puertollano, y la Casa de la Dehesa Zacatena en Daimiel, o casa del príncipe. “Probablemente algunos puedan pensar que la arquitectura moderna implica una pérdida de identidad, por la tendencia a la globalización, pero, en realidad no es más que el reflejo del mundo en el que vivimos”, señaló. Sobre las Jornadas destacó su necesidad y oportunidad, para mirar hacia la arquitectura moderna con los ojos de interés patrimonial y no sólo desde el punto de vista pragmático de su utilización. “Han abierto la puerta a una nueva perspectiva para su defensa… y para su disfrute”, afirmó.
La ronda de intervenciones la cerró Teresa Taboas, vicepresidenta de la Región 1 de la UIA (Unión Internacional de Arquitectos). “Las jornadas que se han celebrado en Toledo han mostrado a la ciudadanía el valor del patrimonio que se ha ido construyendo a lo largo de los siglos, pero no solamente del interiorizado por la sociedad, como la ciudad de Toledo; también del que se construyó a finales del siglo XIX, o con el gran desarrollo económico del XX, a partir de la Segunda Guerra Mundial. Existe un patrimonio del movimiento moderno que hay que poner en valor, puesto que, a día de hoy, no se acaba de entender su valor estético y funcional. Refleja un momento en el contexto histórico, sobre todo de Occidente, de rápido crecimiento demográfico y, por lo tanto, de unas necesidades distintas que llegaron de la mano de la arquitectura industrial, y de la necesidad de construir escuelas y fábricas con materiales como el hormigón”, señaló. Taboas calificó a Castilla-La Mancha como un lugar perfecto para hablar de patrimonio, con ciudades como Toledo y Cuenca, que son patrimonio mundial, o ahora Siguenza, que aspira a serlo con toda justicia. “Contamos con un legado de valor incalculable, pero debemos insistir en la idea de hacer convivir el patrimonio de distintos tiempos. El patrimonio debe tener continuidad, para los arquitectos y para los ciudadanos”, terminó.
Las I Jornadas ‘Entre Patrimonio y Arquitectura’ se completaron, al día siguiente, con una interesantísima visita guiada por Jesus Corroto y Mónica Luengo, precisamente al que ya es un maravilloso ejemplo de buenas prácticas, desde su concepción a la ejecución final del proyecto, como es el de la Plaza del Corral de Don Diego, en Toledo.