Sigüenza ha celebró el pasado domingo el Día de San Roque, una de sus tradiciones más arraigadas desde el siglo XVI, con un acto en la histórica iglesia de las Ursulinas y una procesión por las calles del barrio barroco, en una jornada que ha reunido a vecinos, peñas y autoridades en torno a la historia, el patrimonio y la identidad seguntina.
La ciudad celebró el Día de San Roque, una de sus tradiciones más arraigadas desde el siglo XVI, con un acto en la histórica iglesia de las Ursulinas y una procesión por las calles del barrio barroco, consolidando un encuentro que reunió a vecinos, peñas y autoridades en torno a la historia, el patrimonio y la identidad seguntina. La iglesia, construida en el siglo XVIII y caracterizada por su singular cúpula y decoración de yesería, acogió la ceremonia central del día, presidida por segunda vez, por el obispo diocesano Julián Ruiz Martorell, y contó con la presencia destacada de la alcaldesa María Jesús Merino y de representantes de los núcleos agregados al municipio. Acompañando la celebración ha estado también la delegada de la Junta de Comunidades en Guadalajara, Rosa María García, entre otras autoridades locales, provinciales y regionales.
La devoción a San Roque se remonta a los años 30 del siglo XVI, cuando, según la tradición, su figura fue clave para que la ciudad superase una grave epidemia. En agradecimiento, se levantó una ermita y se estableció una procesión anual. La actual ermita, de estilo neoclásico y construida en 1805 por mandato del obispo Pedro Inocencio Vejarano, quien también fuera el artífice del ahora recuperado Parque de La Alameda, es hoy un espacio cultural y un símbolo del legado histórico que envuelve la celebración.
Al finalizar el acto, la imagen de San Roque fue portada en procesión por vecinos a lo largo de un recorrido que atravesó el paseo de la Alameda y la calle que lleva su nombre, acompañada por los dulzaineros de Sigüenza, en un ambiente festivo y de afirmación de la identidad local, con la participación activa y entusiasta de la ciudadanía. Este año, la imagen la sacaban de la iglesia cuatro mujeres. Asimismo, ellas han sido las costaleras durante gran parte del recorrido.
Esta jornada, llena de significado cultural, se enmarca entre dos celebraciones igualmente relevantes para Sigüenza. El 15 de agosto, la ciudad rindió homenaje a la Virgen de la Mayor con la tradicional ofrenda floral ante su altar barroco en la catedral y una misa solemne presidida por el obispo, con asistencia de la corporación municipal y las reinas y damas de las fiestas. Mañana domingo, 17 de agosto, se vivirá la emblemática Procesión de los Faroles, declarada de Interés Turístico Regional desde 1928, que iluminará las calles con miles de faroles y acompañada por la Banda de Música y numerosos fieles, en un espectáculo que combina historia, tradición y comunidad.
La programación continuaba con pasacalles de gigantes y cabezudos desde la Plaza Mayor al paseo de la Alameda, bailes vermut en varios puntos de encuentro, el concierto del grupo Los Veloces, una novillada picada mixta en la Plaza de Toros de Las Cruces y, ya por la noche, el esperado concierto de La Guardia en la Plaza Mayor, seguido de verbena popular y toro de fuego en el recinto ferial.
Con esta celebración, Sigüenza reafirma su compromiso con la conservación de su patrimonio cultural y la continuidad de tradiciones que forman parte esencial de la identidad y el espíritu festivo de la ciudad.