Hoy en día prácticamente todo el mundo ha sufrido de dolor de espalda en algún momento de su vida. ¡Incluso los niños se quejan de que les duele la espalda!
Entre los adultos la queja más común es dolor lumbar y ciático, aunque tampoco se libran de los mismos dolores presentados por los más jóvenes, siendo común encontrar a todas las edades dolor cervical, dolores de cabeza, dolor entre las escápulas…
¿Por qué ocurre?
La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece.
Cuando una parte del cuerpo no está funcionando como debería o no se está utilizando adecuadamente, la forma que tiene el cuerpo para transmitirte ese problema es haciendo que te duela. Con ello, prestamos atención a ese sitio e intentamos tener cuidado con esa zona. O al menos, esa es la teoría…
Aquí surgen varios problemas, ya que con frecuencia no hacemos caso al dolor y tratamos de seguir nuestro día a día, sin dar un respiro a esa zona y esperando que desaparezca por sí solo. Esto es un error, ya que con frecuencia esas malas costumbres de nuestro día a día o los desequilibrios presentes en nuestro cuerpo, son los que nos han llevado a ese punto en el que el cuerpo nos tiene que dar un aviso.
La columna vertebral está formada por vértebras que se articulan unas con otras.
Su función es la de proteger la médula espinal, sostener el tronco y permitir la movilidad de este, repartir el peso a las piernas, ser el eje del movimiento, y dar salida y entrada a los nervios.
Cuando el movimiento entre las vértebras no es el adecuado, las articulaciones posteriores de las vértebras se irritan y duelen, la musculatura de la zona se tensa y la información que fluye por los nervios se ve comprometida. Podríamos compararlo con lo que ocurre cuando pisamos una manguera, en la que el agua sigue fluyendo, pero no al 100%. Lo mismo pasa con la información nerviosa.
Esta situación se traduce en dolor, tensión e incomodidad.
Cuando ocurre en la zona cervical o lumbar aparecen hormigueos y pérdida de fuerza.
Pero, ¿qué pasa cuando ocurre en la zona dorsal? En esa región los nervios llevan información de los órganos, como el corazón, el diafragma, los pulmones o el intestino.
¿Cómo crees que se siente cuando uno de esos órganos no funciona bien?
Hay que tener muy en cuenta que el cuerpo no está hecho para el ritmo y las actividades que realizamos en la actualidad y que forman parte de nuestra rutina: llevar una vida sedentaria, utilizar tanto los móviles, pasar horas y horas sentado en un despacho, o cualquier otro tipo de actividad repetitiva que se realice durante mucho tiempo.
Nuestro cuerpo está hecho para saltar, agacharse, levantar los brazos, correr, mirar hacia arriba, trepar a un árbol, recolectar del suelo, y un MUY largo etcétera. El cuerpo, cada una de sus partes, está hecha para usarse.
¡Nuestro cuerpo vive del movimiento! ¡De todos los que puede hacer!
¡CUIDALO! ¡ES EL ÚNICO QUE TIENES!
Pablo Manresa – Profesional quiropráctico de Manresa Salud
Post en colaboración con Manresa Salud
Imagen: Hombre Vitruvio de Leonardo da Vinci