Aunque no soy nada amigo de los tópicos que nos inundan en cada estación, verano, vuelta al cole, astenia primaveral, etc., si me gustaría dejaros unos pequeños consejos para reflexionar y tomar algunas precauciones para disfrutar de unas fiestas navideñas seguras y sin sobresaltos.
Un enchufe demasiado expuesto, un árbol de Navidad inestable o las prisas en la cocina pueden amargarnos estas fiestas y lo que es peor, dejarnos problemas de por vida.
1. Decoración navideña
En casi ninguna casa faltan en estas fechas la iluminación navideña, pero ojo, sus colores y brillos llaman poderosamente la atención de los más pequeños, por eso es necesario extremar las precauciones para evitar posibles accidentes. Por esto es imprescindible:
– Comprar luces seguras: Es altamente recomendable comprar luces que cumplan la normativa europea y en comercios fiables ya que son un riesgo directo de incendio o descarga eléctrica.
– Colocarlas de forma adecuada. Es muy necesario colocar las luces y guirnaldas fuera del alcance de los pequeños. Esto es necesario para evitar posibles quemaduras si tocan las bombillas ya sobrecalentadas, pero también para impedir que tiren de ellas y arrastren otros objetos consigo o que se les enreden en alguna parte del cuerpo.
– Cuidado con los enchufes. Merece una atención especial el lugar donde se enchufan las luces navideñas, es preciso colocar las conexiones alejadas de los niños para evitar descargas eléctricas o peor aún, que ocurra una electrocución.
2. Un árbol de Navidad seguro
El árbol de Navidad es un elemento decorativo frecuente y uno de los más atractivos para los niños. Para que no represente ningún riesgo para ellos, es preciso tener en cuenta algunas pautas:
– Colocarlo sobre una base firme y estable para evitar posibles vuelcos sobre el pequeño.
– Utilizar adornos y figuras grandes y sin aristas, optando por materiales resistentes o irrompibles para que el niño no pueda metérselos en la boca y atragantarse.
3. Evitar las figuras colgantes
Desde hace unos años es costumbre en algunos hogares colgar muñecos de Papa Noel o de Reyes Magos de las ventanas o balcones de muchos hogares.
Los niños, que no son conscientes aún del peligro existente en las ventanas y balcones- pueden intentar alcanzar estas figuras que llaman tanto su atención y sufrir así un peligroso accidente.
4. Cuidado con los dulces navideños
Mazapanes, turrones, polvorones, bombones, peladillas, etc., son dulces de gran consumo en Navidad. Tengamos siempre presente que no se deben dar frutos secos o alimentos que puedan provocar atragantamiento hasta que tenga cinco años, como mínimo. Y ojo con las alergias ya que en concreto la alergia a los frutos secos es de las alergias alimentarias más frecuentes a partir de los 3 años.
5.- Extremar las precauciones al cocinar
Las prisas son malas compañeras y pueden provocar accidentes si nuestro hijo juega a nuestros pies mientras cocinamos o dejamos platos calientes en algún sitio al que el niño pueda alcanzar.
6.- Precauciones respecto de los juguetes
Parece obvio, y aunque existen especificaciones de seguridad a la hora de su fabricación, no está de más recordar de nuevo el adaptar nuestras compras para los más pequeños a su edad; el mercado está lleno de juguetes potencialmente peligrosos, sobre todo si no son los apropiados para cada edad.
7.- Y por supuesto tengamos precaución al volante
Desplazamientos cortos, con alcohol en nuestro cuerpo en muchas ocasiones, con un tráfico que como nosotros, tiene prisa, y es muy probable que muchos conductores circulen en las mismas condiciones. Llevamos a nuestros hijos con nosotros, seamos responsables y extrememos las precauciones.