Estos días de cuarentena el fotógrafo alcalaíno Rubén Gámez nos traslada a los rincones más bellos de Alcalá para, al menos, disfrutarlos desde casa a través de sus fotografías.
Sólo es un paseo virtual. Hay que cerrar los ojos, eso sí. Pero al menos lo estamos haciendo estos días desde casa durante esta crisis sanitaria. Al menos, un soplo de aire para visitar los lugares que aman los alcalainos pero a los que ahora no podemos acercarnos. Si el primer día visitamos el Palacio Arzobispal, hoy es el turno del Palacio Laredo, todo un desconocido para muchos vecinos que lo miran desde lejos en el Paseo de la Estación (foto superior blanco/negro por Rubén Gámez).
PALACIO LAREDO
A grandes movimientos grandes transformaciones. Unas veces los impulsa un solo hombre, como Cisneros y la ciudad universitaria de la que tantas veces hemos hablado. Otras, el cambio es colectivo y también deja su huella.
A lo largo del S.XIX la cultura se secularizó. La nobleza adoptó el papel de mecenas, pero no siempre desinteresado, sino para ostentar su poder con grandes palacetes. Pero también se generalizó el sentimiento de conservar, ensalzar y exhibir el patrimonio y legado histórico de España. Y por supuesto Alcalá de Henares no fue ajena a ello. Fue una época de gran ebullición cultural. Fue la época en la que se constituyó la Sociedad de Condueños con la misión de adquirir y salvar el patrimonio que inexorablemente se estaba perdiendo. También entonces se construyó el Palacio al que hoy entramos por su paso de Carruajes, el de Laredo.
Este arco polilobulado, enmarcado por una rica variedad de dibujos geométricos son la primera pista de todo lo que hace de él una obra de arte. Así lo quiso su propietario y creador, Manuel Laredo, uno de los personajes más carismáticos de la ciudad, y no solo porque fuera alcalde a finales del siglo XIX. Fue restaurador, constructor y pintor. Participó en la rehabilitación del Palacio Arzobispal. E incluso fue miembro de la Real Academia de San Fernando. Todo ello está presente en su palacio, en su casa.
No es raro escuchar entre quiénes lo visitan que les recuerda a la Alhambra –recordemos que eran años de exaltación del patrimonio nacional-. Pero no es el único lugar al que viaja la mente tras recorrerlo. Su salón de los reyes recrea un salón del castillo de Santórcaz.
En la sala árabe un zócalo de azulejos del siglo XV decora la pared, pero antes estuvieron en el palacio de Pedro I el Cruel en Jaen; los artesonados proceden de Guadalajara, del palacio de los Condes de Tendilla y del palacio de don Antonio de Mendoza, de la capital alcarreña. Y por viajar, el Palacio de Laredo nos lleva al Universo.
Una de sus bóvedas muestra el planetario más antiguo del mundo, del siglo XIV, representando el firmamento según se creía que era entonces. Atravesar esa puerta de carruajes es traspasar el umbral de una ensoñación por mil y un lugares y obras de arte.
EL FOTÓGRAFO: RUBÉN GAMEZ
Si quieres conocer más sobre Rubén Gámez, fotógrafo (foto superior durante una de sus exposiciones en Alcalá), echa un ojo a su sección en La Luna de Alcalá o entra en su instagram @rubengamez_photo
Rubén Gámez es también colaborador de LA LUNA DE ALCALÁ y participó en el documental EXPEDIENTE CISNEROS: LOS SECRETOS DEL CARDENAL.
Foto inferior documental. Por Rubén Gámez.