Calle San Pedro y San Pablo / Alcalá, Patrimonio de la Humanidad: fotos con alma

Calle San Pedro y San Pablo / Alcalá, Patrimonio de la Humanidad: fotos con alma

Nunca tuvo un gran número de colegiales, en torno a la veintena, se fundó con tan sólo 13 alumnos franciscanos pero de aquí saldrían más de una treintena de obispos, un arzobispo electo de Toledo y seis generales de la orden franciscana. Se podría decir que era un centro formativo y espiritual muy eficaz, a la altura del proyecto ideado por el Cardenal Cisneros. De hecho, era uno de los doce colegios menores que pretendía rodear el Colegio Mayor de San Ildefonso. Doce no era una cifra casual. Doce apóstoles, doce colegios menores. Tal vez esa eficacia formativa fuera una de las razones por las que sólo tres décadas después de su apertura pasara a ser de colegio menor a mayor.

El colegio de San Pedro y San Pablo, además nos da pista de la apariencia que inicialmente tenía el Colegio Mayor a cuya fachada se adosa: de ladrillo, con portada de piedra y balcón de hierro. El torreón de la esquina además remataba la plaza de San Diego. Si bien es cierto que su aspecto actual no es el de su fundación en 1513, sino el que se le dio más de un siglo después –en 1673-, cuando se reconstruyeron la iglesia y el citado torreón. Antes de esta transformación.

Pero en 1836 fue adquirido por particulares, los mismos que compraron San Ildefonso y con idéntico declive. Años después la Sociedad de Condueños lo “rescataría” para posteriormente cederlo a los Escolapios con lo que mantuvo su función docente como colegio y como instituto. Con la Universidad de Alcalá el edificio sirvió en 1981 y 1982 como Facultad de Filosofía y Letras. Hoy acoge varios departamentos de la universidad y por sus archivos siguen pasando los futuros grandes nombres de nuestra historia, del mismo modo que en su origen pasaron los de obispos y arzobispos.

Si quieres conocer más sobre este fotógrafo, echa un ojo a su sección el La Luna de Alcalá o entra en su instagram  @rubengamez_photo