Un equipo internacional de investigadores de Estados Unidos, España, Italia y Sudáfrica han sido capaces de reconstruir cómo oían los primitivos homínidos que vivieron en África hace alrededor de dos millones de años. La investigación ha sido liderada por el científico estadounidense Rolf Quam de la Universidad Estatal de Nueva York en Binghamton. Por parte de la Universidad de Alcalá han participado los investigadores Ignacio Martínez de Mendizábal, Manuel Rosa, Pilar Jarabo y Mercedes Conde Valverde.
El trabajo, que acaba de ser publicado en la revista Science Advances, se ha basado en el estudio biométrico de las cavidades del oído de varios ejemplares de las especies Australopithecus africanus y Paranthropus robustus. Para ello, los fósiles fueron escaneados mediante Tomografía Axial Computerizada y las imágenes obtenidas procesadas informáticamente para obtener su reconstrucción virtual. Los resultados del estudio muestran que estas especies presentaban capacidades auditivas muy parecidas a las de los actuales chimpancés, aunque también se aprecian sutiles diferencias con la audición de estos simios y más parecidas a la audición humana. Estos resultados nos ofrecen una valiosa e inédita información cuál fue el primer cambio en el proceso evolutivo que originó la característica audición humana.
La audición humana se distingue de la de los chimpancés, y de la mayoría de primates, por presentar una mayor sensibilidad en la banda de frecuencias comprendidas entre 2 y 5 kiloHercios. Esta diferencia está relacionada con la especialización de nuestro oído para percibir con gran nitidez los sonidos del habla humana, especialmente los sonidos consonánticos. Se trata de una adaptación inequívocamente ligada al desarrollo del lenguaje. Esta línea de investigación de las capacidades auditivas de los fósiles humanos fue ideada y desarrollada hace algunos años para su aplicación a los fósiles del yacimiento de la Sima de los Huesos (Sierra de Atapuerca) datado en 430.000 años de antigüedad. Los resultados obtenidos para los humanos de la Sima de los Huesos mostraron que sus capacidades auditivas estaban muy próximas a las de las actuales personas y eran claramente distintas de las de los chimpancés, lo que ha sido considerado como una evidencia de la presencia de lenguaje oral en aquellas poblaciones.
Ahora, los investigadores han aplicado la misma metodología a fósiles mucho más antiguos, a la búsqueda del origen de las capacidades auditivas en las que se basa el lenguaje humano. Los resultados obtenidos muestran que aquellos primitivos homínidos todavía oían prácticamente igual que los actuales chimpancés. Este resultado concuerda con la idea universalmente aceptada de que dichos homínidos no eran capaces de hablar. Por otra parte, los resultados también señalan una sutil diferencia con la audición de los chimpancés en un aspecto que, sin embargo, se asemeja más a la audición humana. Esta diferencia auditiva con los chimpancés se relaciona con las características
acústicas del medio ambiente en el que vivían aquellos homínidos, que era mucho más abierto que el bosque en el que habitan los chimpancés. Y supone el primer pequeño avance frente a la audición de los chimpancés que les acerca a la audición humana.
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