¿Cuánto va a durar el planeta? Un experto responde a las dudas de los jóvenes sobre el cambio climático

Chris Smith, University of Leeds

Este 15 de marzo, miles de estudiantes de 60 países hicieron huelga para exigir a los líderes mundiales que adopten medidas urgentes para luchar contra el cambio climático. En este artículo, un científico responde a las preguntas que plantean adolescentes y jóvenes sobre el cambio climático, recopiladas por el Priestley International Centre for Climate durante una protesta que tuvo lugar en febrero.

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¿Cuánto va a durar el planeta? He oído que 12 años…

El plazo de 12 años que has oído proviene de un informe especial encargado por las Naciones Unidas, en el que se estudian los efectos de un calentamiento global limitado a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Actualmente, el mundo es 1 °C más caliente que a finales del siglo XIX, que es el período más antiguo del que tenemos mediciones fiables de la temperatura, justo antes de que la Revolución Industrial alcanzara su apogeo.

Para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C, la humanidad debe reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO₂) hasta aproximadamente la mitad de los niveles actuales de aquí a 2030, y hasta cero de aquí a 2050. La fecha de 2030 —12 años desde que se publicó el informe en octubre de 2018— recibió una gran atención en los medios de comunicación.

Si se incumple la fecha límite de 2030, resultará muy difícil mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C. Esa temperatura no implica necesariamente una garantía de seguridad, pero el daño causado por el cambio climático será mucho más grave si los niveles de calentamiento son más altos.

El nivel actual del calentamiento de 1 °C ya ha ocasionado un aumento de los fenómenos climatológicos extremos (como olas de calor o inundaciones), se traduce en escasez alimentaria y tiene efectos en la producción de alimentos. Ya se están extinguiendo especies enteras por razones relacionadas con el cambio climático.

Con un calentamiento de 2 °C o más, habrá una mayor elevación del nivel del mar, los fenómenos climáticos extremos serán más frecuentes y se producirán efectos perjudiciales en el suministro de alimentos y de agua, lo que hará que resulte muy difícil vivir en algunas partes del mundo.

La consecuencia previsible es que muchas personas tendrán que abandonar su país y se convertirán en refugiados climáticos, y otros muchos millones de personas de todo el mundo se verán expuestos a la pobreza. Además, se perderán muchas especies y morirán prácticamente todos los corales.

Por desgracia, no estamos haciendo lo necesario para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C, ni siquiera de 2 °C. Si los países cumplen sus objetivos actuales, las temperaturas aumentarán en torno al 3 °C (o incluso más, si las emisiones siguen aumentando).

El planeta en sí sobrevivirá al cambio climático causado por el hombre. De hecho, ya ha sufrido temperaturas más altas; fue hace millones de años, aunque en esa época el mundo era muy diferente. Los seres humanos seguramente no nos extinguiremos, pero tendremos que aprender a adaptarnos a un mundo más caliente y a todos los problemas que eso conllevará. Esto significa que tendremos que cooperar y prestar ayuda y recursos a las personas vulnerables.

¿Cuál sería la política más eficaz para acabar con el cambio climático?

Ninguna política acabará, por sí sola, con el cambio climático, pero una estrategia muy eficaz sería prescindir rápidamente de los combustibles fósiles, como el carbón y la gasolina, que se usan para crear electricidad y propulsar el transporte. Hay maneras diferentes de lograr este objetivo, y es importante que los líderes adopten políticas orientadas a crear buenos empleos y a reforzar a las comunidades.

Por ejemplo, los Gobiernos deben invertir dinero en trenes y autobuses seguros, fiables, eficientes y asequibles, para que las personas puedan desplazarse sin utilizar coches. Hay que rediseñar las ciudades para facilitar el desplazamiento a pie, en bicicleta o en transporte público. Las viviendas deben tener buenas conexiones con la red de transporte, y hay que construirlas o modificarlas para que hagan un uso más eficiente de la energía, para que resulte más fácil mantenerlas frescas en verano y calientes en invierno.

Las emisiones del transporte aéreo están despegando.
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Los viajes aéreos internacionales también representan una parte cada vez mayor de las emisiones globales, y los Gobiernos de todo el mundo deben colaborar para dar respuesta a ese problema.

La ganadería —en especial la producción de carne y productos lácteos— también crea una cantidad sorprendentemente alta de emisiones. Así pues, los Gobiernos deben alentar a los ganaderos a que usen métodos sostenibles. Por otra parte, la agricultura puede producir deforestación. Puesto que los árboles eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera, es necesario proteger los bosques y plantar nuevos árboles.

¿Qué puedo hacer en mi vida diaria para ayudar al clima?

En primer lugar, puedes medir tu huella ecológica rellenando este cuestionario del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). La encuesta ofrece asesoramiento para ayudaros a ti y a tu familia a reducir vuestro impacto ambiental. Los estudios también han puesto de relieve los cambios más importantes que puede adoptar una persona para ayudar al clima. Son los siguientes:

  1. Volar menos.
  2. Si tienes edad para conducir, intenta vivir sin coche o compartirlo con tu familia y tus amigos.
  3. Optar por una dieta vegetariana o vegana puede reducir tu huella ecológica (aunque tal vez resultaría más eficaz evitar el desperdicio de alimentos que mantener una dieta estricta).
  4. Una idea controvertida, pero cierta: en los países más ricos, tener un hijo menos es la medida de mayor impacto.
Reduce, reutiliza, recicla.
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En tu vida diaria también hay acciones pequeñas que pueden ser útiles. Apagar la calefacción o el aire acondicionado en casa y calentar o enfriar solo las habitaciones que estés usando te permitirá ahorrar dinero y reducirá las emisiones de carbono. Procura comprar menos ropa, plásticos y aparatos, ya que para fabricar esos artículos se consumen recursos y energía.

Fabrica tus propios artículos, tómalos prestados, practica el trueque, cómpra de segunda mano o búsca productos gratuitos, y, en la medida de lo posible, recicla todo lo que se pueda reutilizar. Cuando tengas edad suficiente, también puedes optar por depositar tu dinero en un banco ético y obtener electricidad generada a partir de energías renovables 100%.

Los cambios individuales tienen un alcance limitado, pero recuerda que tus acciones pueden inspirar a otras personas. ¡Usa tu voz! Hablar sobre el cambio climático con tus amigos, tu familia y tus compañeros de clase contribuye de manera esencial a concienciar y a impulsar nuevas medidas.The Conversation

Chris Smith, Research Fellow in Physical Climate Change, University of Leeds

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.