Depedro en Alcalá: De vacas azules y pasajeros

Depedro en Alcalá: De vacas azules y pasajeros

Por Saúl Quijada

Este viernes llega a la Sala Ego uno de los conciertos más esperados del año; Jairo Zavala, conocido como Depedro, regresa a los escenarios de Alcalá para presentar su nuevo disco “El Pasajero”, un álbum trabajado hasta el último detalle y que le ha llevado por medio mundo en busca del sonido perfecto. Escuchen y disfruten.

Un ruido atronador retumba en los oídos. A los pocos segundos otro. Y otro. La rutina de cualquier pasajero es esta. Me imagino a Jairo de un lado a otro, corriendo por las terminales, perdiendo aviones, llegando a su destino, mirando por la ventanilla del avión para disfrutar de las vistas, abrochándose el cinturón preparado para lo que viene, disfrutando de la soledad que te brindan los hoteles. ¿Quién te espera en una habitación de hotel? Que diría Quique González. Me imagino a Jairo hablando con músicos, panaderos, electricistas y comerciantes de cualquier ciudad del mundo para tomarle el pulso a la calle, me lo imagino componiendo, musicalizando versos y tachando a mano en su libreta. Esta ha sido la vida de Depedro durante dos años. El tiempo que ha tardado en escribir “El Pasajero”, su cuarto álbum de estudio.

Jairo se ha ganado el respeto del gremio a base de canciones emocionantes, de búsquedas incesantes de sonidos nuevos y de letras que cuentan historias. Algo muy complicado. Con el nuevo trabajo te dan ganas de bailar, jugar y pincelarlo todo de luz y color. Además, cuenta con la colaboración, en una de las canciones, de Enrique Bunbury, una de las voces más respetadas de la música española.
Atrás quedan los años de la Vacazul, grupo que sirvió de bandera rockera para muchos pero que no terminó de cuajar entre la mayoría. En Alcalá actuaron en un sinfín de ocasiones haciendo feliz al fiel ejército de seguidores que se dejaban la garganta en cada concierto. Uno de ellos era el periodista complutense Ángel Carmona; “Vacazul fue la banda de la que nos nutrimos en Alcalá de Henares.

Todos íbamos a verlos. Los baterías se ponían delante de Pax, los bajistas delante de Javier Vacas y los guitarristas delante de Jairo Zavala. Vinieron mil veces. Y mil veces los vimos. Siempre había alguien que gritaba: «Tocad Levitar!»

Es hora de escuchar el interior de Jairo para descubrir todos los pasajeros que han ido forjando su nuevo trabajo. Todos los sonidos, todos los miedos y todos los pensamientos de varios años recogidos en 13 canciones de forma luminosa y alegre. Vienen tiempos de volver a ver a Jairo en directo, disfrutando de cerca de la esencia de sus canciones y de la magia de sus conciertos. Cae la tarde y despega otro avión. Buen viaje, pasajero.