El Palacio del Infantado de Guadalajara contará con obras del Museo del Prado en el futuro

El Palacio del Infantado de Guadalajara contará con obras del Museo del Prado en el futuro

Se ha presentado el proyecto museístico que supondrá la inversión de más de 12 millones de euros en su rehabilitación y la llegada de obras del Museo del Prado para su exposición.

El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ha mostrado su “agradecimiento y satisfacción” por el proyecto presentado tanto por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, como por el ministro de Cultura, Miquel Iceta, por el que el palacio del Infantado contará con varias salas con obras del Museo del Prado, además de un proyecto de rehabilitación de 12,5 millones de euros.

“Hoy damos un salto de gigante sabiendo que la ciudad tendrá el privilegio de recibir, custodiar y exhibir obras del gran Museo del Prado, uno de los mejores museos del mundo”, decía el alcalde el pasado miércoles.

En ese sentido, Rojo apuntaba a las “grandes oportunidades de futuro” que este gran acuerdo supone para la ciudad, “desde el punto de vista cultural y turístico”.

Este salto, decía el alcalde, “va mucho más allá”, porque el Palacio del Infantado, en cuya Galería de Poniente se trabaja ahora para acabar con el problema de aluminosis, recibirá una inversión de 12,5 millones de euros para la ejecución de un proyecto con el que se reordenarán y recuperarán espacios, abriéndose algunos de ellos al público como las galerías.

“Asistimos al verdadero renacimiento tanto del Palacio como del Museo de Guadalajara y por eso hoy quiero mostrar mi satisfacción y daros las gracias, presidente y ministro, por el compromiso y trabajo conjunto en favor de la ciudad”, Aseguraba Rojo.

El alcalde ha aprovechado su intervención para repasar el trabajo realizado en los últimos años. “Hemos pasado de la amenaza de convertir parte del Infantado en un pisito de lujo para la familia del duque a trabajar en un proyecto de rehabilitación completa con 12,5 millones de euros de inversión, a sellar un acuerdo con el Museo del Prado y a actuar ante una de las grandes preocupaciones: el proceso de aluminosis de la Galería de Poniente”.

Por ello acababa emplazado a “los agoreros” a “alegrarse de cuestiones tan buenas y tan necesarias para la ciudad” en lugar de “tratar de echar por tierra tantos avances”.