El Teatro Independiente Alcalaíno estrenó en el Cervantes “Lo invisible” de Azorín

El Teatro Independiente Alcalaíno estrenó en el Cervantes “Lo invisible” de Azorín

Con introducción y epílogo de Luis Alonso, esta representación forma parte del programa del ciclo ‘Alcalá a escena’, el programa cultural de la Concejalía de Cultura destinado a apoyar el talento local en todas las disciplinas de las artes escénicas.

Nuevo estreno para un grupo de teatro aficionado, como es el Teatro independiente Alcalaíno (TIA) desde 1979, y en el Cervantes, por lo que tuvo un carácter muy especial, ya que se expuso un trabajo que ha llevado meses a sus componentes. La función llegó con éxito al Teatro Cervantes.

La trilogía ‘Lo invisible’ de José Martínez Ruiz ‘Azorín’ fue estrenada (aunque sin una de sus partes, El segador) en peculiares circunstancias en la Sala Rex de Madrid un 24 de noviembre de 1928. Todo perpetrado por un grupo de aficionados llamado ‘El Caracol’, que se presentaba por primera vez, dirigido por Cipriano Rivas Cherif, colaborador de Margarita Xirgu y futuro cuñado de Manuel Azaña. La obra estuvo interpretada, entre otros, por Rivas Cherif y el propio Azorín.

Por otra parte, ‘El Caracol’ se había creado para trabajar por la renovación del arte teatral. El estreno fue acogido con polémica entre la crítica y la prensa.

Azorín es uno de los componentes de la Generación del 98 y ‘Lo invisible’ es considerada tradicionalmente como una de las obras más destacadas de la dramática azoriniana. Luis Alonso es escritor y director del grupo de teatro TIA que ahora retoma esta obra.

En ‘Lo invisible’, la Muerte es el misterio que subyace en esta trilogía de Azorín, en la que, con la sutileza de una tela de araña, van quedando envueltos sus personajes, incapaces de ver por dónde ni cuándo va a hacer su aparición esta inoportuna visitante.

El epílogo imaginado, añadido tras la obra de Azorín, deja más patente que la muerte de aquellas personas que nos rodean son presagio y signo de nuestro caminar hacia nuestra propia muerte, realidad para la que un presentador nos prepara antes de iniciarse la obra de Azorín.

Fotos: Baldo Perdigón