La Virgen del Carmen ya es la tercera imagen mariana de Alcalá de Henares tras haber sido coronada canónicamente según los requisitos establecidos por la Iglesia.
La Virgen del Carmen por fin fue coronada en Alcalá de Henares. El acto tuvo lugar este pasado sábado con una celebración solemne en la Catedral por la mañana y posterior procesión por la tarde. De esta forma se convierte en la tercera Virgen coronada de la ciudad junto a María Santísima de la Soledad y del Val, patrona de la ciudad complutense.
La ceremonia empezó por la mañana en un acto solemne y misa pontifical presidida por el obispo Antonio Prieto. Las coronas fueron llevadas en andas por una representación de la sociedad complutense encabezada por la alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, y formada también por una representante de la hermandad del Carmen, una religiosa de las Siervas del Hogar de la Madrid y una representante de la orden del Carmelo.
Posteriormente fue el obispo quien colocó las coronas a la Virgen del Carmen y al Niño Jesús.
También asistieron otras hermandades de la ciudad y de otras localidades que se han sumado con su presencia a un acto tan importante, al margen de otros concejales y autoridades. La misa, fue cantada por los solistas, coro y orquesta del Orfeón Complutense, que interpretaron a Mozart durante la ceremonia. Finamente también se cantó la tradicional Salve Marinera de la Virgen del Carmen.
Por la tarde, la procesión salió a las 18,00 horas y recorrió las calles de Alcalá hasta la madrugada, ya que cada Hermandad o Cofradía homenajeaba a la Virgen ante sus templos.
De esta forma se ponía el punto y final al momento más esperado para la Hermandad Sacramental de la Virgen del Carmen de Alcalá desde su fundación en 1630, el de la solemne misa pontifical de coronación de la imagen carmelita por parte del obispo de la diócesis complutense, monseñor Antonio Prieto Lucena. La coronación canónica es un acto institucional que otorga el derecho de imponer una corona a una imagen de la Virgen María que es ampliamente venerada en una diócesis o localidad específica. Este rito, establecido en el siglo XVII e incorporado a la liturgia católica en el siglo XIX, resalta la devoción hacia la Virgen María y reconoce su papel en la historia de la salvación. Además, es un ritual sagrado que expresa la profunda fe de los católicos hacia la Virgen, considerándola como Reina del Pueblo de Dios. La Hermandad se ha preparado durante siete años para este momento tan especial cumpliendo con los criterios y exigencias que determinó el obispado complutense tras la concesión en 2017 de este privilegio.
Esta coronación canónica ha implicado actos culturales (conciertos y exposiciones), religiosos (como la visita de la imagen de la Virgen a las parroquias de la ciudad y a varios colegios), formativos (distintas charlas impartidas para profundizar en el conocimiento de María, o en el sentido de esta celebración que se va a vivir, entre otros temas) y solidarios (la Hermandad ha reunido más de 17.000 € que se han destinado a diferentes necesidades sociales).