Por Óscar Sáez (*)
España ha hablado, pero como a nuestros presidentes del Gobierno cuando hablan inglés, no se le ha entendido. Han pedido cambio, pero bajito, que se vayan todos, pero todos cerca. El país no es gobernable ni con el Hermano Mayor poniendo orden. En su afán por recortar, Rajoy se dejó llevar y recortó al PP 60 escaños, el PP quiso recortar el ascenso de Ciudadanos con sus críticas y se pasó de frenada. Ni con la suma entre ambos ni con la suma de PSOE, Podemos e IU-Unidad Popular salen las cuentas. En este laberinto de minorías absolutas siempre hay que hacer una lectura local, política de ficción ahora que Star Wars inunda nuestras pantallas.
En esta guerra de las galaxias locales, el PP toma algo de aire. Ha ganado en Alcalá por 8.000 votos de diferencia con el PSOE, cuando en las elecciones municipales la diferencia fue sólo de 200 votos. Aunque los populares se alegren por la victoria en la que han perdido 17 puntos, deberán plantearse seriamente a qué se debe esa diferencia que le habrían permitido mantener la Alcaldía con un posible con Ciudadanos. ¿Al candidato?, ¿al proyecto?, ¿al candidato de otros partidos? La jornada de reflexión comienza mañana en el PP, que además verá cómo la tregua por el liderazgo del partido tras la marcha de Bello ha llegado a su fin. Isoldi y Chacón sacarán su espada Jedi y veremos quién tiene el lado oscuro de la fuerza en el PP local.
En lo que respecta al PSOE, Javier Rodríguez está tranquilo. Su puesto de alcalde no estaba en juego, pero sí la hegemonía dentro del Gobierno local y su partido, aunque fuera por la mínima, sigue siendo el más votado dentro del Ejecutivo, lo que evitará tensiones y egos malinterpretados. No obstante, la diferencia en estas generales entre PSOE y Somos –es decir, la diferencia en quién pone alcalde- ha sido de menos de un punto, lo que a finales de esta legislatura seguro que provocará diferencias. Pero tres años y medio en política es más largo que ver toda la saga de Stars Wars un mismo día. A nivel interno, veremos qué ocurre en el PSOE. El terremoto que se puede generar en el PSOE federal si Pedro Sánchez no logra formar gobierno puede acabar con el candidato socialista, muy afín del alcalde socialista. Pero Javier Rodríguez es el alcalde y siempre podrá decir que cosechó en Alcalá mejor resultado en las locales que Sánchez contra Rajoy en las generales, que es cuando el líder local se jugaba las castañas. Veremos hasta dónde llega el cainismo del PSOE.
Por otra parte, Podemos se consolida en Alcalá como alternativa real, así como Ciudadanos que sigue creciendo hasta el 19%, una cifra nada desdeñable. Será analizable en el futuro la habilidad de unos y otros para arañar esos puntos que les hagan aspirar a cotas mayores en la ciudad.
Por cierto, quizás no signifique nada en la división existente del voto en Alcalá –eso habrá que verlo analizando los colegios electorales-, pero la suma de PP y Ciudadanos en 2015 supone casi la misma cifra obtenida sólo por el PP en 2011, cuando la formación de Rivera no existía en Alcalá. ¿Todo el voto de Ciudadanos es del PP descontento? Veremos.
Y hasta aquí la política-ficción. Disfruten de las Guerras de las Galaxias… locales.
(*) Óscar Sáez es periodista