Real Madrid / Nacho Fernández deja atrás el ‘siempre cumple’

Nacho Fernández ya no es un recurso más que tiene el entrenador. Ya no es ese canterano al que Mourinho, Ancelotti, Benítez o Zidane recurrían para dar descanso a Sergio Ramos o Pepe y contentar a la grada, ese jugador que «siempre cumple», esa coletilla con la que los periodistas deportistas puntuaban al jugador alcalaíno. Nacho ha dejado atrás ese ‘siempre cumple’ por el ‘siempre destaca’.

Nacho, al igual que Lucas Vázquez y otros jugadores alejados de los focos de los balones de oro, han dado un paso adelante esta temporada y han demostrado que no es que cumplan, es que pueden pelear de tú a tú por la titularidad con titanes como Pepe, uno de los mejores jugadores de la pasada Eurocopa, Sergio Ramos, el héroe de la décima y la undécima, o Varane, la gran esperanza para el eje de la zaga madridista. En los últimos partidos, como contra el Sevilla o el Granada, en los que ha formado pareja con el francés, el Real Madrid apenas ha concedido ocasiones y han estado soberbios.

Antes de llegar al ecuador de la temporada, el jugador que llegó al Real Madrid procedente del AD Complutense, ha disputado esta temporada 1.203 minutos en 15 encuentros, cuando en toda la temporada pasada -en la que más había jugado- disputó 1.601 minutos en 22 partidos. Nos ha dejado un golazo -el de la Cultural Leonesa en Copa- y ha sido llamado por Lopetegui cuando menos minutos tenía. Ahora, las dudas que disparaban sobre el seleccionador cuando le convocaron están disipadas. Es el jugador número 12 de la actual plantilla blanca, por delante de jugadores como James, Isco o Morata.

Nacho ha demostrado su fortaleza, su velocidad, su podería por arriba, pese a no ser de los más altos, su colocación y su personalidad en un club que ha devorado a grandes jugadores. El defensa blanco es el ejemplo perfecto en el que se puede mirar cualquier canterano.

Es cordial y atiende a todos los que le paran por la calle. Pero comienza a hacer ruido. Nacho ya no es canterano, es presente. No le gusta llamar la atención, pero está empezando a hacer mucho ruido.