¿Qué ver en Sigüenza, Guadalajara?

Visitar Sigüenza es como viajar en el tiempo y vivir en el Medievo. Pocos saben que fue una importante ciudad celta anterior a los romanos, pero muchas de aquellas piedras se reutilizaron posteriormente para hacer la gran ciudad medieval. Una ciudad preciosa que se puede visitar en un día y en la que también descubrir la Sigüenza renacentista y barroca.

Evidentemente, lo primero que hay ver es la Catedral. Es el edificio más importante. Sus claustros y coro son una maravilla. Se empezó a construir en 1124 y es donde está enterrado uno de los iconos de la ciudad: el Doncel, famoso por el rico sepulcro que contiene sus restos. Hasta entonces, nadie había levantado un sepulcro así, levantado, leyendo…

Precisamente tampoco debemos perdernos la Casa del Doncel. Esta casa medieval restaurada alberga decoraciones de arte mudéjar muy interesantes, que estuvieron ocultas durante siglos por temor a la Inquisición. Como indica su nombre, fue la casa de la familia noble del mismo Doncel que está enterrado en la catedral.

Tampoco debemos pasar por alto el Parador de Turismo, que en su día fue Castillo de Sigüenza. Aquí parece que existió un castro celta mucho antes, pero luego levantaron el castillo. Domina la ciudad desde lo alto de la colina. Los visitantes pueden pasar por el portalón defensivo de la muralla y ver el patio de armas adoquinado, con la fuente rodeada de jardín y el viejo pozo, que conectaba con las antiguas mazmorras.

Eso sí, tampoco olvides pasear por sus calles y plazas, algunas con los escudos de los Reyes Católicos o los Mendoza, toda una institución aquí con permiso del Cardenal Cisneros. La Iglesia de San Vicente e Iglesia de Santiago, ambas del siglo XII, son toda una maravilla.

Por supuesto en tu ruta, no olvides la gastronomía típica: sopas, asados…