Emilio Sánchez (*)

“Si yo te he votado, pero…”. Cuenta uno de los portavoces de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que le espetó esa punzante frase al concejal de Acción Social, Suso Abad, en una de las reuniones que han conducido al levantamiento de la acampada. Votó a Somos Alcalá, la candidatura en la se diluía Podemos. Gracias a su voto, y al de otros 18.080 vecinos, Somos gobierna y, precisamente, tiene las riendas de Vivienda y Servicios Sociales.
Esas dos concejalías, dirigidas durante los últimos doce años por el PP, son moradas. Los activistas de la PAH, como tantos otros guerreros de los derechos sociales, saben que tienen ante sí un gobierno más permeable a convertir en mociones o decisiones de la Junta de Gobierno sus arengas de la calle. Principalmente, porque hasta hace un rato estaban allí.

Javier Rodríguez con Olga García y Suso Abad en la Oficina de Intermediación Hipotecaria

Y sí, la Oficina de Intermediación de la Vivienda no es la panacea. Apenas tiene pisos disponibles y su labor consiste en asesorar e intervenir en varios frentes. La PAH pedía un parque de viviendas municipal. Su encendida protesta ha servido para que el Ayuntamiento prometa fechas concretas para el desarrollo de esa reivindicación, tan solo un día después de que el alcalde, socialista, considerase la apertura de la oficina como un gesto suficiente para el final de la acampada.

Hace seis meses, los problemas de los desahuciados eran los mismos. Sin embargo, no existía una Oficina ‘anti-desahucios’  ni un partido gobernante con esa causa por bandera. Pero, paradójicamente, Somos se ha topado con la protesta más potente en materia de desahucios que se recuerda en Alcalá.

Sí, la confianza da asco. Por eso te atreves a decirle a tu amiga que ese peinado evaporiza sus posibilidades de pernocta en casa ajena y a pedirle a tu amigo cien euros cuando ayer te invitó a tres rondas. Quizá por ello la PAH, tan cerca de Abad y compañía en el espectro ideológico, ha aplicado una medicina a Somos que jamás cató el PP.

Quizá el motivo sea otro. La protesta de la PAH ha servido para mejorar el panorama de los desahuciados en Alcalá, pero en todo momento ha desprendido el inconfundible aroma de las peleas fratricidas de la izquierda. El PCE –Alberto Garzón- mostró su apoyo explícito a los acampados, mientras Somos – en parte Podemos, Pablo Iglesias- negociaba con ellos desde el  gobierno. Y quedan 67 días para las elecciones generales. ¿Cuál será el segundo ‘round’?

(*) Emilio Sánchez es periodista de Ser Henares