El Ayuntamiento de Alcalá ha presentado las actuaciones musicales que tendrán lugar durante las Ferias. También se conoce ya la programación del Teatro Salón Cervantes durante esos días. Se sabe también que no habrá toros y que habrá fuegos artificiales por empresas que han aportado su granito de arena para hacer de estas unas Fiestas mejores.
¿Y el pregonero? Ay, el pregonero. El mismo debate se produce cada año entre las peñas. ¿Qué famoso tenemos por ahí? Salvo Nacho, el jugador del Real Madrid, todos los famosos que tiene Alcalá ya se han subido al balcón del Consistorio. El único rostro conocido que queda por ahí es uno que sale de extra en un anuncio de televisión de un canal de la TDT.
Si Alcalá no tiene famosos -entiéndase por famosos a rostros populares que todos conocen sin necesidad de presentación-, es absurdo rebuscar. Quizás sea el momento de cambiar el registro y premiar a los alcalaínos que dejan huella, o de reivindicar luchas sociales que merecen una exposición pública como es el inicio de unas Fiestas ante miles de vecinos.
Descartada la posibilidad que me encantaría, la de elegir a algún político que incumpla sus promesas para ser bañado por la gaseosa pegajosa de las peñas, quizás podemos buscar otras alternativas menos divertidas pero más reivindicativas.
Quizás se puedan subir al balcón del Ayuntamiento los chavales de diversidad funcional del Juventud Alcalá de fútbol sala que este año han ascendido a División de Honor. No son Cristiano Ronaldo, ni Messi pero a nuestros particulares ‘Campeones’ seguro que les hace más ilusión esos goles y ese ascenso que a las megaestrellas de Primera. Sería una buena oportunidad para dar visibilidad a estos jugadores que, con mucho esfuerzo y dedicación de sus familias, encuentran en el deporte una manera de integrarse en la sociedad.
Quizás también es una buena oportunidad para dar la voz a las mujeres. Esas mujeres que miran para atrás -también en Ferias- cuando vuelven solas a casa, esas mujeres que tienen que soportar a los babosos que se creen graciosos. Esas mujeres que no se cansan de derribar las puertas que los micromachismos -algunos invisibles- no paran de intentar cerrar.
También puede ser la oportunidad de subir al balcón del Ayuntamiento a un médico del Hospital de Alcalá, que salva vidas. O un profesor de la Universidad de Alcalá que ha conseguido importantes avances para nuestro bienestar. O educadores de centros públicos que día a día se fajan para que los pequeños con menos recursos se suban al ascensor social. O esas asociaciones, como CAJE, AFA u otras muchas, que dan un servicio a la ciudadanía que debería corresponder a la Administración.
Estas opciones no tienen detrás rostros famosos que salgan en las revistas. Pero el mensaje que puedan lanzar cualquiera de ellos es tan poderoso que, incluso, a diferencia de lo que suelen lograr los famosos, pueden silenciar por unos minutos a los alegres y solidarios peñistas antes de que la gaseosa inunde de felicidad las Fiestas. No son famosos, son héroes de lo cotidiano.