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En Daganzo piden que no pisen los cultivos tras autorizarse los paseos a partir del 2 de mayo

En Daganzo piden que no pisen los cultivos tras autorizarse los paseos a partir del 2 de mayo

Durante el confinamiento era habitual ver a personas que llevaban los perros al campo sin reparar en que estaban en una tierra sembrada. Con la autorización de paseos y deporte a partir del día 2, algunos agricultores de Daganzo piden respeto por sus cultivos

El marido de Lola Iglesias tiene un terrenos muy cerca del pueblo que ahora mismo están plantados con trigo. Nos cuenta que es habitual que la gente pisotee el sembrado sin reparar en que no se trata de un trozo de tierra, si no que allí está el trabajo del que dependen muchas familias.

Antes del confinamiento ya era habitual que la gente se paseara por allí; «creen que es campo y no pertenece a nadie», dice Lola. Es tal el trasiego que incluso se llegan a formar caminos tal y como se puede apreciar en la foto inferior.

En estas siete semanas de cuarentena tampoco se han librado. Primero soltaban los perros para que corriesen y desde este fin de semana también van con los niños. Dice Lola que no quiere generalizar y que está segura que se hace por desconocimiento, pero hay muchos caminos y lugares en el pueblo por los que pasear sin dañar los cultivos.

Ellos lo notan sobre todo es esta finca que está cercana la pueblo, pero también ocurre en otras que tienen dedicadas al cereal, lentejas y garbanzos. Precisamente la empresa familiar de Lola y su marido, Godín Fernádez, se dedica a esta última leguminosa.

Esta situación no es exclusiva de Daganzo, en otras poblaciones de la Campiña del Henares dedicadas al cultivo, también se detectan estas conductas. A partir del 2 de mayo, la población en general podrá salir a pasear y a hacer deporte, así que piden que se tenga cuidado y respeto por los campos cultivados.

Precisamente durante la pandemia el sector agrícola ha sido fundamental. No sólo porque gracias a ellos no han faltado productos en los supermercados y tiendas, si no también porque se han volcado en labores de limpieza y desinfección de sus poblaciones para frenar la expansión del coronavirus.

Ahora son ellos los que necesitan que respetemos su trabajo y su modo de vida.