Alcalá celebra Santa Águeda el 4 de febrero

Alcalá celebra Santa Águeda el 4 de febrero

Alcalá de Henares celebra el próximo 4 de febrero la celebración de Santa Águeda, donde las mujeres adquieren la vara de mando del Ayuntamiento de Alcalá. Este año la Alcaldesa será Encarnación García Bravo y la mayordoma Sara García, ambas pertenecientes al Centro Castellano Leonés de Alcalá de Henares y descendientes del mismo pueblo palentino Revilla de Collazos.

En el caso de la Cofradía de Alcalá de Henares, este año celebra el 25ª aniversario. Es decir, lleva 25 años realizando la eucaristía, la procesión por las calles principales de Alcalá y posteriormente en el Ayuntamiento tienen la recepción por el Alcalde que en ese día entrega a la Alcaldesa el bastón de mando.

Es costumbre hacer un discurso reivindicativo sobre los derechos de las ciudadanas alcalaínas. No obstante, este año no quieren protestar sobre las gestiones de los organismos del Ayuntamiento sino que quieren hacer oír las tradiciones populares arraigadas en los alcalaínos para que el ayuntamiento aumente su colaboración con las mismas y ayude a que las mismas no desaparezcan.

La cofradía de las Aguedas nace en el seno de la Casa regional castellano leonesa y son muchas las personas que colaboran de manera altruista para que la misma se mantenga, ofreciendo cultura, ocio y sana diversión. Existen grupos de teatro, de baile y música. Por lo que el apoyo de las instituciones municipales en estas actividades sería de gran ayuda.

La tradición

La celebración del día de las mujeres o de «Las Águedas» es una tradición muy arraigada en Castilla y León, sobretodo en el medio rural. Para celebrar el día de Santa Águeda, las mujeres tomaban el protagonismo. La organización corre a cargo de una alcaldesa o de las mayordomas. Junto a los actos religiosos, existen otros más profanos como la toma de varas, bailes populares, hogueras, comidas…

Quién fue Santa Águeda
El día de las Águedas tiene su origen en el culto a Santa Águeda, santa siciliana que padeció martirio por los romanos. Su historia es tremenda. Un cónsul romano la quiso conquistar pero la santa ya había dedicado su virginidad a Jesucristo. Al enterarse el cónsul de Catania (Italia) la envía a un lupanar, donde «milagrosamente» se mantiene virgen.

Deciden cortarla los pechos pero un ángel se le apareció y le llevó la palma de la victoria y una planta medicinal con la que se curó. Al ver que no podían con ella, la torturaron arrojándola sobre carbones al rojo vivo. Por todo ello se la invoca como protectora de la lactancia, los males de pechos y los partos difíciles. Se la representa con los pechos en una bandeja junto a un ángel y es patrona de las enfermeras.