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Alcalá de Henares sale en procesión en honor a los Santos Niños este sábado

Alcalá de Henares sale en procesión en honor a los Santos Niños este sábado

Alcalá de Henares celebra los 450 años de la reversión de las reliquias de los Santos Niños, con una extensa programación. Este sábado 10 de marzo es la jornada más importante de todas las previstas. El obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla, ha convocado a toda la diócesis: parroquias, órdenes religiosas, hermandades y cofradías, movimientos y demás realidades eclesiales e instituciones, para hacer una solemne procesión en honor de los Santos Niños con ocasión de este importante aniversario.

A las reliquias les acompañarán las imágenes más representativas de los santos complutenses: la imagen de la Virgen del Val, patrona de la ciudad, las de los Santos Niños, la de San Diego de Alcalá, una imagen san Urbicio, el santo que llevó las reliquias a Huesca y las custodio en el Valle del Nocito, que ha sido cedida por la diócesis oscense y una nueva imagen de San Félix de Alcalá que se estrenará en esta ocasión. La procesión comenzará en la plaza de mártires y concluirá en la catedral con un Te Deum de acción de gracias.

Esta procesión rememora la que tuvo lugar hace 450 años, cuando representantes del Ayuntamiento, la Magistral, la Universidad, así como todas las hermandades y cofradías participaron en una gran procesión. Según los cronistas de la época, fue la más grande que jamás se ha realizado en Alcalá de Henares.

Un poco de historia

Los Santos Niños Justo y Pastor derramaron su sangre por Cristo el 6 de agosto del año 306 en el mismo lugar donde hoy se levanta la Catedral-Magistral. En el año 406, San Asturio, obispo de Toledo, recuperó el sepulcro y las reliquias de los Santos Niños abandonadas a causa de las persecuciones y las invasiones bárbaras. Dejando la sede de Toledo y trasladándose a Complutum se convirtió en el primer obispo de nuestra Diócesis. El rey Chindasvinto los nombró patronos de la España visigoda.

Tras la invasión musulmana, los cristianos diocesanos de Complutum, temerosos de que fueran profanados, entregaron los cuerpos de nuestros patronos a San Urbicio, que los trasladó al valle del Nocito, en Huesca.

Allí permanecerían custodiadas durante toda la Edad Media, hasta que, gracias a la intervención de Felipe II y del papa Pío V, los alcalaínos consiguieron que regresaran parte de esas reliquias.

El solemne recibimiento de las reliquias, procedentes del valle de Nocito, en Huesca, tuvo lugar el 7 de marzo de 1568 con una multitudinaria procesión. 450 años después se repite la historia.