la Luna del Henares: 24 horas de información

Alcalá está de aniversario. ¡Felicidades! Aunque… / Por Jorge-Elías de la Peña

Alcalá está de aniversario. ¡Felicidades! Aunque… / Por Jorge-Elías de la Peña

Jorge-Elías de la Peña (*)

¡Felicidades Alcalá! Está próxima la fecha en que se cumplen 17 años de aquel momento que marcó un hito histórico en la historia reciente de Alcalá. Me refiero a la inscripción de la “Universidad y recinto histórico de Alcalá de Henares” en la lista de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquel 2 de diciembre de 1998 fue una fecha de alegría y júbilo para una parte muy importante de la sociedad alcalaína de entonces. Por fin se reconocía internacionalmente el esfuerzo que se había realizado desde las diversas administraciones, así como por el propio pueblo de Alcalá, en la recuperación de sus bienes patrimoniales. La que tradicionalmente había sido conocida como la hermana pequeña de las ciudades históricas daba un salto de gigante que la ponía a la altura de las grandes. Alcalá se convertía en ese momento en la novena ciudad española en obtener tal declaración después de Toledo, Cáceres, Santiago de Compostela, Salamanca, Ávila, Segovia, Córdoba y Cuenca. Luego se sumaron a esta lista española San Cristóbal de La Laguna, Ibiza, Úbeda y Baeza. No incluyo en ella a aquellas ciudades que dicen ser Patrimonio de la Humanidad pero que, en realidad, sólo tienen un reconocimiento parcial, tales como Mérida, Tarragona o Aranjuez. El esfuerzo y colaboración del Ayuntamiento y de la Universidad habían conseguido algo que, sólo diez años antes, habría parecido inalcanzable.

Pese al frenesí constructivo, el Casco Histórico, de algún modo, se había respetado (con deplorables excepciones, por supuesto)

Mucho se ha andado desde entonces y, aunque mucha gente piense lo contrario, mucho también se ha avanzado (aunque aún quede mucho por hacer). El casco histórico ha tenido una transformación más que notable y se ha conseguido sensibilizar a la población, al menos parcialmente, de la importancia que supone contar con tal patrimonio en una ciudad que parecía haber sido vilipendiada por parte de muchos, incluidos los autóctonos. Por fortuna, a pesar de ese frenesí constructivo que había invadido Alcalá en la década de 1960, 1970 y 1980, el casco histórico, de algún modo, se había respetado (con deplorables excepciones, por supuesto). Un casco arruinado y olvidado que, como dice la expresión tan española, como tuvo, retuvo. Esto permitió que se pudiera actuar en la recuperación de un conjunto muy importante de edificios señeros de nuestro patrimonio.

Hay que incidir en la recuperación urbanística en todo aquello referido a ordenación de viales y solados

Alcalá, estás de enhorabuena, aunque no sólo hay que trabajar en la recuperación patrimonial, que es esencial, sino que también hay que incidir en la recuperación urbanística en todo aquello referido a ordenación de viales y solados. Me consta que el Consejo Asesor Patrimonio de la Humanidad del Ayuntamiento de Alcalá trabaja concienzudamente para que se produzca esta parte que aún está por desarrollar. Confiemos en que se ponga en práctica lo antes posible y de la forma más satisfactoria para todos.

Hay una cosa que echo en falta como docente y encargado de un centro educativo. Me refiero a la sensibilización entre los escolares de Alcalá

Felicidades, aunque hay una cosa que echo en falta como docente y encargado de un centro educativo. Me refiero a la sensibilización entre los escolares de Alcalá. No se puede amar lo que no se conoce. Ése es un principio básico y, por desgracia, de esa falta de conocimiento adolece una parte muy importante de nuestra juventud actual. Se hace imprescindible un programa de información a gran escala que llegue a todos los centros escolares de nuestra ciudad. Cuenta el Ayuntamiento con excelentes profesionales que se encargan de todo aquello relacionado con la historia y el patrimonio por lo que, sin duda, se convierten en personas vitales para transmitir su conocimiento que provocará que nuestros jóvenes acaben amando su ciudad. Es bueno, aunque no suficiente, el programa “Aula Patrimonio” que patrocina el grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad que está destinado a los alumnos de Primaria y la ESO. Se hace preciso llegar más allá. Los profesores debemos conocer nuestra ciudad para así transmitírsela a nuestros alumnos. Es cierto que desde el CTIF (centro de formación del profesorado) se está trabajando en esta línea (y muy bien, por cierto) y que cuenta con la colaboración que diversas administraciones, pero se debe llegar más allá por parte del resto.

Se hace imprescindible un programa de información a gran escala que llegue a todos los centros escolares de nuestra ciudad

Recordemos que las características de la población complutense no es similar a la de las otras ciudades españolas que tienen la declaración Patrimonio de la Humanidad ya que, en nuestro caso, los “alcalaínos” proceden/procedemos de muchas partes de España y del mundo, menos de Alcalá, lo que, en algunos casos, hace perder esa vinculación con la ciudad que los/nos ha acogido con los brazos abiertos. Por este motivo se hace más que necesaria esa sensibilización entre la juventud.

A todo ello debemos añadir que es imprescindible que las diferentes administraciones locales (Ayuntamiento, Universidad y Obispado) entiendan que, para que los escolares de nuestra ciudad conozcan Alcalá, se hace imprescindible facilitarles el acceso a los principales edificios de nuestro patrimonio. Hemos podido comprobar que estos últimos años el acceso se ha visto restringido cada vez más imponiendo unos precios de acceso a lugares donde nunca se había pagado para visitarlos (caso de la Magistral) o se han incrementado de forma notable (Universidad), lo cual, sin duda, dificulta, y mucho, que los centros educativos nos planteemos realizar visitas culturales que suponen un desembolso para las familias. Vaya por delante que soy de los que piensa que pagar por la cultura es necesario, pero entiendo que, como decía antes, queremos que nuestros jóvenes conozcan y, por tanto, amen nuestra ciudad, deben poder acceder a los principales hitos monumentales de una forma más sencilla. Por ello insisto en que los grupos escolares de nuestra ciudad deben tener una vía accesible para conocer nuestras joyas. A ello se suma otra impedimenta que se ha incorporado recientemente en algunos edificios, como es el caso de la verja de acceso que se ha levantado para entrar al patio del Hospital de Antezana, un lugar muy visitado por propios y extraños que, ahora, es difícil de poder ver. Por el contrario, es de justicia reconocer que la Comunidad de Madrid sí que ha entendido este principio básico de que conocer es amar y, como casi todos sabemos, sus dos museos en la ciudad facilitan y abren sus puertas a todo aquél que quiera conocerlo y visitarlo, incluidos los escolares, naturalmente. Ésa es la política que se refleja en el magnífico Museo Arqueológico Regional y en el Museo-Casa Natal de Cervantes (aunque cerrase el 9 de noviembre como indicaba mi buena amiga Elisa de Francisco en este mismo medio).

Los grupos escolares de nuestra ciudad deben tener una vía accesible para conocer nuestras joyas

Nuestra ciudad vale la pena. Ha mejorado mucho en los últimos 25 años (alguno podrá pensar lo contrario). Hagamos que nuestros jóvenes aprendan el valor de Alcalá. Es cierto que las familias tienen mucho qué hacer y qué decir, pero hay que ayudarlas a este respecto. Los profesores podemos hacerlo, pero necesitamos la ayuda de las administraciones. Entre todos, podemos generar una conciencia común entre nuestros jóvenes de la importancia que ha tenido y tiene la ciudad de Alcalá y que, además, debemos convertirlos en nuestros embajadores más allá de la ciudad. Aprovechemos este aniversario para reflexionar sobre este tema y todos juntos le digamos a Alcalá, con todo lo que implica: ¡Felicidades! Permitamos que nuestros jóvenes conozcan nuestra ciudad y que, por tanto, la amen.

(*) Jorge-Elías de la Peña y Montes de Oca es profesor de Geografía e Historia y director del IES Complutense