la Luna del Henares: 24 horas de información

Bienvenidos refugiados y bienvenida ciudadanía / Por Raúl González Sanz

(*) Raúl González Sanz

Venimos oyendo desde hace tiempo eso de la «nueva política» y casi tenemos asumido que viene a ser una nueva cosmética de los cargos públicos en lo que se refiere a sueldos, renuncia de privilegios, relevo generacional o incluso una nueva estética y vestimenta. De acuerdo, todo eso es necesario pero también hay que ver qué tipo de política, más allá del plano estético y mediático, es esa nueva política. Más que quien hace la política interesa saber que tipo de política es esa.

En estas últimas semanas hemos podido ver como a nivel local en la política municipal ha cambiado tanto los actores, como el escenario y la trama de la gestión institucional. Merece la pena pararse un rato a reconstruir lo que ha pasado en un capítulo de este nuevo guión político para poder entenderlo mejor. Es el caso de la movilización social de la iniciativa Bienvenidos Refugiados, que ha conseguido un evidente éxito en los fines (recogida de ropa y ayuda para los damnificados por la difirentes guerras) y un gran impacto social que ha favorecido la sensibilización sobre el tema.

Los actores protagonistas han sido un grupo extenso y coordinado que paradójicamente no han buscado el protagonismo. Era gente ayudando a la gente, sin más

La diferencia con el pasado para este tipo de movilizaciones es ver cómo ha ocurrido toda esta historia. Y quiénes han sido los actores, quién ha escrito el guión y cual ha sido el escenario. E incluso veremos cómo el final feliz también cambia. Los actores protagonistas han sido un grupo extenso y coordinado que paradójicamente no han buscado el protagonismo. Han sido un grupo de vecinos y vecinas que se han unido bajo un lema sin querer distinguir entre ellos. No era una gran ONG, una organización religiosa o el propio Ayuntamiento. Era un colectivo autogestionado sin necesidad de estructura previa ni futura. Era gente ayudando a la gente, sin más. (De hecho, una movilización similar ya ocurrió en el verano de 2014 cuando una asociación alcalaína, en pleno agosto, montó una campaña de ayuda a las victimas de los bombardeos israelíes en la franja de Gaza que desbordó a la propia asociación. Fue una inciativa ciudadana también al margen de lo institucional y autogestionada).

mesa participativaEn los primeros momentos de agrupamiento de asociaciones locales y vecinos en Bienvenidos Refugiados el Ayuntamiento facilitó los recursos para la participación efectiva y directa, sin intervenir en las decisiones; simplemente acompañando a la iniciativa solidaria. El escenario también merece destacarse. El lugar de operaciones y almacenamiento fue el Colegio Zulema, en Nueva Alcalá. Un lugar con una significación especial pues fue un colegio público cerrado por el gobierno regional del PP con la aquiescencia del anterior gobierno local del PP. La actual concejalía de Cooperación lo pone a disposición de Bienvenidos Refugiados para que gestionen autónomamente el espacio público. Y este colectivo incluso consigue autofinanciarse para lograr hacer llegar la ayuda de la población alcalaína a su destino.

En un pasado reciente toda esta historia hubiera terminado con una foto en los medios con el Alcalde o el concejal de turno con varios integrantes del colectivo ciudadano y unas pilas de cajas con ropa haciendo de fondo de la foto. Pero en esta ocasión no ha sido así. Los gestores políticos han asumido que su labor es mandar obedeciendo a la ciuadanía. Esto es empoderar a los colectivos y vecinos, y lo demás puro discurso vacio. La nueva política en lo municipal da la bienvenida a los ciuadadanos a la participación directa, a la democracia local, al protagonismo de sus propias vidas. Esto es el cambio.

(*) Raúl González Sanz – Podemos Alcalá de Henares