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Cómo pasar las vacaciones sin estrés

Muchas personas piensan que el estrés es algo que aparece sólo en los meses de otoño e invierno, durante la rutina diaria, o en el entorno laboral. Y esto no es así. El estrés puede golpearnos también en verano y en las vacaciones, cuando se supone que podemos estar más relajados y descansando.

Ya está aquí el verano, y con él llegan las deseadas vacaciones, el calor y el sol, el pasar tiempo fuera de casa… En estos meses somos más sociables, y también intentamos descansar más. ¿Cuántas veces hemos pensado “necesito unas vacaciones”? Pues ya están aquí. Después de los meses en los que hemos llevado un rápido ritmo de vida, con el trabajo y las responsabilidades del día a día, y con la rutina diaria que hacía mella en nuestro estado de ánimo, lo que más queremos ahora es desconectar, relajarnos y no pensar en nada.

El estrés no es algo exclusivo del trabajo y los meses de otoño e invierno, sino que también puede surgir cuando se supone que estamos de relax

Pero ahora nos encontramos con que tenemos que planificar nuestras vacaciones, dónde las pasaremos, qué haremos, cuándo, cuánto vamos a gastar… Esto puede estropearnos una parte del periodo vacacional y hacernos sentir estrés. Porque el estrés no es algo exclusivo del trabajo, la rutina y los meses de otoño e invierno, sino que también puede surgir cuando se supone que tenemos algunas semanas de relax.

Aunque a menudo es necesario tener el teléfono o la tablet cerca, hay que intentar dejarlos un poco de lado cuando nos vamos de vacaciones

Por qué surge el estrés en verano

Cuando tenemos una rutina diaria que nos somete al estrés, no somos conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo como lo hacemos en las vacaciones, cuando el ritmo de vida es más bajo. Entonces esas sensaciones se acentúan y nos percatamos de ese estrés acumulado que provoca, en ocasiones, más estrés.

Un factor estresante son los preparativos de las vacaciones, así como la preocupación por que nada vaya mal durante esos días

Otro motivo de aparición del estrés es que, en lugar de haber desconectado de la rutina laboral durante las vacaciones, en realidad se está pendiente de trabajos que han quedado por terminar o que se tienen que hacer a la vuelta, facturas, correos electrónicos… No nos encontraremos por completo de vacaciones hasta que hayamos desconectado por completo.

Algunas personas relacionan tanto su valía con su rendimiento laboral que dejan sus relaciones personales en un segundo plano y, al llegar el periodo vacacional, sienten que no tienen nada que hacer y que se encuentran fuera de su elemento, o bien sienten que no tienen a mano algo con lo que se sientan bien. Esto ocurre porque el equilibro entre la vida laboral y personal se ha alterado.

Otro factor estresante son los preparativos de las vacaciones, viendo que el tiempo vuela, así como la preocupación por que nada vaya mal ni haya problemas durante esos días que tanto tiempo llevábamos esperando. Si algo pasa, sentimos una ansiedad que debemos vencer de alguna manera.

Hay gente que, a pesar de estar de vacaciones, en su cabeza no lo están

Y tampoco hay que olvidar algo que en los últimos tiempos hace que nos estresemos cuando deberíamos estar disfrutando: las redes sociales. Cada vez es mayor el número de personas que sienten la necesidad de compartir lo que hacen, postear fotos, vídeos, ver lo que hacen sus conocidos… Hay que desconectar y centrarse en la vida real.

Qué hacer para no estresarse durante las vacaciones

Vamos a ver algunas sugerencias que nos vendrán muy bien para que el verano no se nos vuelva incómodo, y lo pasemos de la mejor manera posible.

  • Que el calor no nos cambie el humor. Obviamente, en verano la temperatura sube y, por tanto, el cuerpo se siente más fatigado y cansado. Sudar puede hacernos sentir agobio, pero no hay que confundir el calor con el estrés. Hay que intentar controlarlo sin que nos ponga de mal humor.
  • Desconectar por completo. Hay gente que, a pesar de estar de vacaciones, en su cabeza no lo están. No debemos pensar en el trabajo, y mucho menos trabajar durante este periodo. Tenemos que definir límites porque las vacaciones no son para trabajar.
  • Si vamos a pasar un fin de semana fuera, el tiempo va a pasar rápido y tiene que darnos tiempo a hacer todo lo que queremos. Hacer una lista con lo que queremos hacer y el horario para hacerlo ayudará a que no nos queden cosas pendientes.
  • Desconectar de la tecnología. Aunque a menudo es necesario tener el teléfono o la tablet cerca, hay que intentar dejarlos cuando nos vamos a la playa o al campo, para desconectar y sentirnos más tranquilos. Está claro que no podemos dejar de lado por completo el teléfono, por ejemplo, pero lo que hay que evitar a toda costa es utilizar estos dispositivos en exceso.
  • Fomentar la comunicación. Las vacaciones son el mejor momento para hablar con la familia, los amigos, la pareja. Debemos olvidarnos de la “comunicación electrónica”, y hablar DE VERDAD con las personas de nuestro entorno.
  • Durante las vacaciones tenemos tiempo para hacer todas las cosas que nos gustan y que por una u otra razón no podemos hacer el resto de los meses. También es un momento perfecto para pasar tiempo al aire libre.
  • Cuidar la alimentación. Durante el verano y las vacaciones solemos tener hábitos alimenticios menos estrictos, pero no hay que abusar. Debemos tratar de tender un equilibrio saludable en nuestra alimentación.
  • Dormir 8 horas. Las 8 horas de sueño recomendables son algo que cuando no estamos de vacaciones no siempre podemos tener. durante las vacaciones podemos hacerlo, y recuperar ese sueño que hemos perdido el resto del año.
  • No imponernos cosas que hacer. En las vacaciones hay que disfrutar y divertirse. Por eso, no debemos autoimponernos cosas o actividades que realizar, y tenemos que hacer lo que nos guste.
  • Hacer deporte. Las vacaciones no significan estar todo el día sin hacer nada o descansando. El cuerpo necesita sentirse saludable, y hacer deporte ayuda a combatir el estrés. Así que aunque estemos de vacaciones, no hay que dejar de lado los ejercicios.
  • No volver de golpe a la rutina. Al terminar las vacaciones tenemos que hacer todo lo posible por recuperar la rutina gradualmente. De lo contrario, podríamos sufrir el síndrome post-vacacional.

Sección ofrecida por Psicólogo Alcalá de Henares

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