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Curiosidades de Alcalá: el sereno y los saltos a las murallas. Por Mª Jesús V. Madruga

Curiosidades de Alcalá: el sereno y los saltos a las murallas. Por Mª Jesús V. Madruga

La historiadora alcalaína vuelve tras el verano a ofrecernos curiosidades de Alcalá de Henares

Ya hablé tiempo atrás del mal estado de la muralla no en una, sino en muchas ocasiones a través de los tiempos en los que existió. Tantas veces abandonada a su suerte, tantas veces reparada, muchas “de aquella manera”, hasta que no quedó más que lo que hoy vemos, es decir, el recinto de Palacio.

Pues bien, cuando se instaló el Archivo General Central en el Palacio Arzobispal, se adecuó éste para albergar los millones de documentos estatales –y también muchos religiosos, que de todo hubo-.

Pero la muralla continuaba en mal estado, unos lienzos mejor, otros peor. Así estaban las cosas cuando el 11 de marzo de 1884, el jefe del Archivo, don Miguel Velasco y Santos denunció al Ayuntamiento lo sucedido esa noche: El cabo de serenos dio el alto y aviso de alarma (En aquella época se utilizaban las campanas, los pitos o la propia voz a grito pelado, que fue lo que hizo el sereno) esto provocó que el conserje y los mozos del Archivo salieran a reconocer la huerta y  todo el recinto, buscando a un hombre que el sereno había visto escalar la muralla –o lo que quedaba de ella- en el ángulo que da a la calle del Cardenal Sandoval.

Según el informe, esa parte de la muralla “se presta fácilmente a semejante escalo por el portillo que allí existe por la muy escasa altura a que se halla del piso de la calle”

El caso es que no dieron con el avispado escalador, pero quedaba claro que la seguridad del Archivo estaba en peligro.

Así fue como decidieron levantar la tapia en esa parte, lo bastante para impedir que se repitieran otros sucesos semejantes, como dice el citado informe: “para impedir que se repitan alarmas como la anterior y golpes o intentonas contra el Archivo en sí o contra las familias que dentro residen”.

Por María Jesús Vázquez Madruga