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Curiosidades de Alcalá: los Mendoza, la Princesa de Éboli y el Huerto de los Leones / Por Mª Jesús Vázquez Madruga

Curiosidades de Alcalá: los Mendoza, la Princesa de Éboli y el Huerto de los Leones / Por Mª Jesús Vázquez Madruga

La historiadora alcalaína, María Jesús Vázquez Madruga, nos cuenta hoy muchas curiosidades de un espacio muy desconocido

EL HUERTO DE LOS LEONES ( Hoy Jardín de las Palabras)

Hubo un imponente palacio en lo que hoy es un agradable parque, que fue propiedad de la todopoderosa familia Mendoza.

Y muy cerca, justo donde hoy está el convento conocido cariñosamente como “de las Catalinas” construyó don Carlos de Mendoza su palacio, del que se conserva el patio renacentista más bonito de toda la ciudad. Las casonas de enfrente y la cercanía del pósito y la cárcel arzobispal nos dan una idea de la importancia que tuvo la calle del Empecinado en otros tiempos.

Pero volvamos al Huerto. Tenía su entrada principal por la actual calle del Empecinado. En el siglo XV, la casona fue propiedad de don León alonso de La Laguna, cuyo apellido familiar dio nombre a la actual calle de la Laguna (foto inferior Google Maps / Marcos G. Alonso).

Pero a finales del siglo XVIII, la nobleza está de capa caída y cuando en el XIX se suprimen los mayorazgos y privilegios que tenían, mucho más. Porque los bienes de un mayorazgo pasaban al primogénito y no se podían vender. Así que cuando se suprimen, han de repartir entre los hermanos y por tanto vender las propiedades.

El palacio cae en decadencia, es hipotecado, alquilado incluso por partes, dadas las enormes dimensiones: tenía patio, huerta, noria, pozo, estanque, corral, pajar, caballerizas…En fin, a finales del siglo XIX terminan segregando varias parcelas en las que se construyen las casas que hay en la calle de Santa Catalina y además se le quitan 231metros para ensanchar esa calle, que era mucho más estrecha.

Tenía una puerta trasera en la calle de la Tercia que era el acceso directo a las caballerizas, pajar y huerta y a la zona de la servidumbre; se rehace la tapia en el citado siglo y en la zona que da a la calle de la Tercia se elimina el ángulo de la esquina para ensanchar ese cruce de calles, obra de los ensanches del arquitecto Martín Pastells.

La portada debía ser imponente, de piedra y con dos leones, de ahí el nombre que ha quedado y no el que algún concejal iluminado le puso hace unos años, bastante cursi y que me niego a reproducir aquí.

A finales del siglo XIX estaba hipotecada en cinco mil pesetas y los dueños, don José y don Eustaquio Lasso (apellido ilustre emparentados con los Guzmán y de la Cerda) doña Mª Paz y doña Mª Purificación Muñoz y Lasso venden la finca a don Mariano Ruiz de la Torre en 1907.

En 1910 se vende en pública subasta por 10.000pts. Y como pasaba en las subastas, en la primera, nadie ofrece nada, en la segunda se ofrecen 4000pts y en la tercera don Mariano Ruiz de la Torre ofrece 5400pts más 1220pts por el pajar.

Finalmente se adjudica a Calixto García de la Parra en 6000 pts y tres años después, éste la vende a Lidó Alcaraz por 8000 pts. Así que nunca alcanzó las diez mil pesetas de la tasación para la subasta.

Nada queda de lo que debió ser un palacio imponente, en el que vivió la princesa de Éboli y donde se casó con el príncipe Ruy Gómez de Silva, boda de gran esplendor, a la que asistió el rey Felipe II, pues el príncipe era su amigo y hombre de confianza. Precisamente fue el rey quien organizó dicho enlace y firmó las capitulaciones matrimoniales de la parejita, con los padres de ella, a pesar de la enorme diferencia de edad de los príncipes.