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De ruta en busca del mejor vermut de Madrid

De ruta en busca del mejor vermut de Madrid

Madrid vive este fin de semana la gran fiesta del vermut y el aperitivo. Una oportunidad para disfrutar de esta costumbre y de más de 30 marcas de lo más variado. Vermut negro o blanco y otros elaborados con miel o mango acompañado de la gastronomía típica que acompaña esta bebida. Aprovechando esta cita, hemos elaborado una ruta con algunas de las mejores tabernas o bares donde tomar los mejores vermuts, y todo muy cerca de Alcalá de Henares.

CASA CAMACHO

Esta bar lleva abierto desde 1928. Poner un pie dentro significa trasladarse a esa época. Nada ha cambiado en su decoración y ahora se ha convertido en uno de los locales más demandados por el movimiento hipster en Madrid.

El vermut se sirve con una variada carta de aperitivos. Y si no ha probado los conocidos ´yayos´, entonces tiene una cita pendiente. Vermut, ginebra y gaseosa son los ingredientes de la popular bebida que se sirve en esta taberna. Las aceitunas y los boquerones en vinagre acompañarán su bebida

BODEGAS LA ARDOSA

Este bar es un clásico de Madrid para tomar el vermut. Su decoración es única, con sus azulejos de toda la vida y sus antiguas botellas de vino que le dan ese aspecto de bodega tradicional. Un lugar perfecto para tomar el vermut de grifo acompañado de tapas como la tortilla, considerada una de las mejores de la ciudad, las croquetas de cabrales o carabineros, las cebollas rellenas de atún o los mejillones y sardinas.

Un lugar para los amantes del vermut que nació en 1982 y que ha sabido aguantar el paso del tiempo convirtiéndose en uno de los puntos de encuentro los fines de semana.

BODEGAS ROSELL

Es una taberna tradicional de 1920 enclavada a un paso de la estación de Atocha. La familia Rosell transformó un antiguo despacho de vinos a granel, con su fachada que muestra un mosaico publicitario del morapio de Valdepeñas, hecho de azulejos de Talavera, seña de identidad de las bodegas de finales del siglo XIX. Su fachada es un monumento a esos coloridos azulejos que en un tiempo fueron santo y seña de la decoración bodeguera madrileña, son de principios de siglo XX pintados por Alfonso Romero, pintor sevillano que también pintó los retablos de la plaza de Toros de las Ventas, el Villarosa, etc.

Aunque hay más de 200 referencias, antes de comer es obligatorio el vermú Miró de grifo, en vaso corto, con hielos y una guinda. Para acompañar, croquetas, pimientos rellenos de bacalao, quesos, tortilla, las patatas de la abuela, foie y los postres.

BAR VACACIONES

En este bar tienen variados vermuts como el Lolina tinto, con aceituna, naranja y sifón; el blanco, con los mismo ingredientes pero con limón y el Casa Mariol, una alternativa negra y artesanal. Lo mejor de este local es la ambientación que recrea un chiringuito de playa con una estética mediterránea. Así que se puede convertir en una buena opción para ir preparándose para el verano mientras se abre apetito con un buen tartar de salmón, un hummus o un guacamole al mortero con cilantro y crema agria.

LA HORA DEL VERMUT

Los amantes del vermut no se pueden perder la visita obligada a La hora del Vermut, en el Retiro, un bar para disfrutar de 80 referencias nacionales de esta bebida junto con una oferta gastronómica basada en productos que maridan muy bien con el trago vermutero.

Un rincón con una decoración de inspiración urbanita y canalla con suelos aceras y paredes de ladrillos. Y allí, con los vermut, es posible abrir apetito con las conservas, encurtidos, salazones y una variada cartas de tostas, tapas y pintxos.

FOTO: Tamerlan Wikipedia