La mesa sobre la cuál el alcalaíno Manuel Azaña firmó su renuncia como Jefe de Estado, cuando la Guerra Civil estaba a punto de terminar, será entregada a las autoridades españolas este jueves.
Según ha informado el diario El País, la mesa que utilizó Manuel Azaña en su exilio de Francia durante la Guerra Civil, viajará a España próximamente. En ella, el Presidente de la Segunda República nacido en la ciudad complutense, firmó su renuncia en febrero de 1939, tras huir del país ante el final de la contienda. También pudo escribirse en ella el Cuaderno de La Prasle 1939-1940, uno de los “Cuadernos de Azaña”, en honor a la casa en la que vivió durante aquellos meses.
Su regreso es posible gracias a un ciudadano francés, Marcel Griaule, que la guardó durante estos últimos 80 años y que, ahora, ha decidido donarla al Gobierno español. El escritorio se encontraba en una casa de la localidad francesa de Collonges-sous-Salève (Ródano-Alpes), donde Azaña vivió entre febrero y noviembre de 1939.
El nieto de Griaule, Luc Franzoni, será el encargado de hacer la entrega de esta mesa de madera del siglo XIX, bordeada de cobre, con motivos florales, patas entrelazadas y 74 centímetros de altura, que se realizará en la misma localidad francesa. Aunque no llegará a España directamente, ya que pasará por el consulado de Lyon donde evaluarán el estado en el que ésta se encuentra y el modo en el que será trasladada a Madrid.
La persona encargada de recibir el mueble, será la secretaria de Estado para la España Global, Irene Lozano, quien se refiere así a la recuperación de este patrimonio cultural: “Recuperar este objeto tan simbólico es, en cierta forma, una manera de recuperar a Azaña. Por suerte la mesa fue guardada, gracias a que un hombre y su nieto se dieron cuenta de su valor histórico. Que vuelva a España es una manera de poner en valor el significado de esa parte de nuestra historia desperdigada por el mundo”.
El Cronista Oficial de Alcalá de Henares, Vicente Sánchez Moltó, explicaba a La Luna de Alcalá en 2015 cómo era la figura de Manuel Azaña.
Mientras el Gobierno piensa qué destino dar a tal símbolo del final de la Segunda República, fuentes encargadas de esta operación señalan que “lo principal es que se integre en la memoria histórica del exilio y que, eventualmente, pueda formar parte de alguna conmemoración”.
Los responsables de custodiar este escritorio también contactarán con los herederos de la familia Azaña, que conservan la casa familiar en Alcalá de Henares.
Foto superior: La Luna de Alcalá. Busto de Azaña junto al de Cervantes en el Ayuntamiento de Alcalá.