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El Imidra, ubicado en Alcalá, investiga un césped que necesita poco riego

Una pradera de césped verde, resistente, que requiera pocos cuidados y, sobre todo, que permita ahorrar más de un 50% en el agua de riego. Éste es el desafío al que se enfrentan los investigadores del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), ubicado en Alcalá de Henares, que están llevando a cabo un proyecto para conseguir nuevas variedades de césped más “ecológicas” y respetuosas con el medio ambiente.

Las praderas que decoran los parques y jardines de las ciudades de la región están formadas por una mezcla de especies de césped de clima templado, que requieren una media de casi seis litros de agua al día por metro cuadrado para su mantenimiento. Teniendo en cuenta que en la Comunidad de Madrid hay más de 3.500 hectáreas de praderas de césped ornamental, el volumen de agua de riego es muy elevado y los investigadores del IMIDRA se han propuesto reducirlo drásticamente mezclando estas especies autóctonas con otras adaptadas a climas subtropicales, que presentan una gran resistencia y una demanda de riego mucho menor, para conseguir una nueva variedad que permita ahorros de agua superiores al 50%.

A mediados de 2016 se habilitó una parcela de 2.000 metros cuadrados dividida, a su vez, en parcelas menores en las que se han plantado tres series de combinaciones de tres especies autóctonas con tres subtropicales. En total, 27 zonas de ensayo con las mismas condiciones de terreno y mantenimiento y con una única diferencia básica: cada serie de tres mezclas idénticas recibe distintos porcentajes de riego. Este estudio permitirá a los investigadores crear praderas más eficientes y respetuosas con los recursos hídricos de la región.