Hace pocas fechas leía una declaraciones de Jürgen Klopp, entrenador del Liverpool, pero a la sazón tipo serio, comprometido y reflexivo, en las que decía que él nunca votaría a un partido que su propuesta fuera bajarle los impuestos a los ricos. La verdad me pareció un pensamiento sensato y analizando los resultados de las políticas económicas y fiscales de los últimos veinticinco años del Partido Popular en Madrid, apoyado no solo por el pensamiento ultra liberal de su socio ciudadanos sino también por el voto decisivo de los mismos, me pareció incluso acertado.
La retahíla populista de Ciudadanos es siempre recurrente, al igual que la de las otras dos derechas que lo defienden con el mismo ahínco, la bajada de impuestos. Incluso Ciudadanos en un atrevimiento sin límites y absolutamente irresponsable se atreve a amenazar al Gobierno de España y por extensión a las recomendaciones de la Unión Europea, que bajara los impuestos en las Comunidades Autónomas que puedan gobernar en la misma proporción que se pudieran subir en el Estado, se refiere concretamente al IRPF.
El cinismo de Ciudadanos no tiene límites. ¿Alguien en España puede pensar que su pacto en Andalucía no es con PP y con VOX? Qué pensara el ciudadano moderado, progresista y sensato que ha dado y pensaba dar su voto a esta formación, y este ha terminado y puede terminar en un pacto con la ultraderecha, poniendo en riesgo los avances , derechos y libertades mas elementales.
Pero su propuesta fiscal y la falacia económica de la derecha están absolutamente al descubierto en nuestra Comunidad. Madrid es una región rica, sí, pero con un enorme grado de desigualdad. Y tiene un grave problema de ingresos, provocado por años de políticas fiscales injustas que han atacado gravemente a las políticas del estado de bienestar, a la sanidad, a la educación, a las infraestructuras, al transporte, a la vivienda, creando enormes bolsas de pobreza. Una concepción reduccionista de los ingresos y una falta de rigor presupuestario alarmante que se ha traducido en una deuda de más de 33.000 millones de euros -se dice pronto- de los cuales 8.400 millones de euros, se dice pronto también, se han aumentado solo en la última legislatura.
La receta populista de la derecha es bien sencilla. Les bajamos los impuestos a las rentas más altas, a aquellos que más ingresan ¿o a aquellos que más esfuerzo pueden hacer por su condición, los ingresos se resienten, invertimos menos en educación y sanidad públicas, en infraestructuras y como lo suplimos?, destinando cantidades millonarias a conciertos privados con la educación y la sanidad y con todas aquellas áreas de políticas públicas que puedan desarrollar intereses privados. Eso sí, como hemos dilapidado los ingresos, no nos queda más remedio que acudir al endeudamiento.
Y esto es lo realmente perverso de su propuesta, por bajar los impuestos a los ricos, a los que más tienen, endeudamos al resto de la población, a su inmensa mayoría, aquella que necesita el Estado del bienestar con toda su potencialidad, en más de 30.000 millones de euros en la Comunidad de Madrid, creando un verdadero impuesto a todos sus habitantes de más de 5.600 euros por cabeza.
La deuda pública madrileña es el verdadero impuesto, la verdadera hipoteca que por muchos años tienen que pagar los madrileños. La deuda lastra el crecimiento, el desarrollo industrial, las políticas de empleo y las inversiones en educación, en sanidad, en dependencia, en infraestructuras. Ese y no otro es el resultado de la irresponsable propuesta fiscal económica de Ciudadanos y de la Derecha en su conjunto.
El ejemplo es bien sencillo: En una familia normal que ingrese por ejemplo 2000 euros al mes, con ese ingreso podrán cubrir las necesidades alimentarias, de vestuario, de pago de recibos, de su hipoteca, de ocio, en el margen que les den esos 2000 euros. ¿Pero que ocurriría si a esa familia les rebajamos los ingresos y en vez de 2000 solo ingresan 1000 euros?, ¿alguien puede creer que su nivel de inversión en cubrir sus necesidades puede ser el mismo? Lógicamente tendrían que renunciar a cosas, o disminuir la calidad de muchas de ellas. Eso exactamente pasa con la Administración, que no deja de ser la gran familia de todos, y atacar sus ingresos y exacerbar sin ningún control sus gastos, solo tiene un fin: el déficit y la losa de la deuda, que impide no solo el avance de los servicios públicos sino el crecimiento económico y del empleo en una comunidad rica como Madrid, hipoteca su futuro e impide acortar las desigualdades.
La política económica del Partido Popular y de su socio Ciudadanos, y no me cabe duda que ahora sería con el apoyo de la extrema derecha, no ha permitido hasta ahora el cumplimiento de ninguno de los preceptos económicos que ayudan a sanear nuestra situación económica y poder invertir en Inversiones Financieramente Sostenibles. Los 700 millones de euros al año que podrían destinarse a mejorar la vida de los madrileños, ahora se destinan a pagar intereses de la deuda, de la mala gestión. El periodo medio de pago en la comunidad de Madrid sigue presentando datos muy malos e impide permanentemente mejoras y ahorros en las licitaciones públicas y en los contratos existentes. Esta es una de las grandes falacias de la derecha, que cuando la Izquierda gobierna la economía va peor. Los datos son objetivos, los Gobiernos actuales del PSOE, en todos sus ámbitos, han demostrado rigor presupuestario, que son capaces de reducir la deuda, que son capaces de generar superávits que sirven para desarrollar políticas públicas, mejorar nuestros parques, nuestro transportes y dar mayor calidad de vida a todos nuestros convecinos.
Por tanto, cuando escuchen hablar a Ciudadanos, al PP y a VOX, a las tres derechas, con su populismo o irresponsabilidad, o las dos cosas, de rebajas fiscales, o a esos patriotas que aman tanto a su Patria que tienen su dinero a buen recaudo en paraísos fiscales, piensen en Jürgen Klopp, que nunca votaría a alguien que su única propuesta fuera bajar los impuestos a los ricos. Piensen los madrileños, que la propuesta es que no bajaran los impuestos al 98% de la población, sino que al contrario, con su propuesta han creado los 33.000 millones de euros de deuda actuales, y que nos han condenado a un impuesto, a una gran hipoteca de más de 5.700 euros a cada uno de nosotros y a nuestros hijos en el futuro.
Fernando Fernández Lara es Concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares
