El sistema de frenos del vehículo es un sistema cuya función es generar y mantener la fuerza de frenado entre la rueda y la superficie de la carretera, reducir la velocidad de desplazamiento (frenado) y proporcionar las condiciones para detener y frenar el vehículo de un movimiento repentino e imprevisto – espontáneo mientras está en reposo.
Construcción del sistema de frenos
El sistema de frenado de un coche se compone de dos grupos de dispositivos:
Dispositivos de accionamiento: el pedal (que actúa como palanca), los cilindros, el reforzador de vacío para aumentar la fuerza de presión sobre el pedal, el depósito, los conductos, las mangueras (para los actuadores hidráulicos), las palancas, el sistema de varillas, las cuerdas de todo tipo, las puntas (para los actuadores mecánicos), la toma de aire, el compresor, el receptor, el acelerador, el distribuidor, el motor neumático (para los actuadores neumáticos).
Frenos: disco, pinza, pastillas (para mecanismos de disco) o tambor, pastillas, pistón, cilindro (para mecanismos de tambor).
Tipos de sistemas de frenos
Hay varias clasificaciones. La más común: la división por función y aplicación:
Servicio. Operativo en todas las condiciones de conducción. Diseñado para la reducción de la velocidad del vehículo hasta la parada total y la retención de un coche durante un corto período de tiempo.
De repuesto. Necesario para detener el vehículo en situaciones de emergencia (en caso de fallo del sistema básico de funcionamiento).
Aparcamiento. Mantiene el vehículo inmóvil y evita el movimiento involuntario
Auxiliar. Instalado en vehículos comerciales. Ayuda al negociar una larga pendiente descendente. Mantiene la velocidad estable del vehículo, reduce la carga en el freno de la rueda.
Diagnóstico y fallos del sistema de frenos
Las averías de los actuadores o mecanismos de los frenos pueden ser muy variadas:
Al frenar, la trayectoria de conducción empieza a cambiar de forma imprevisible y una fuerza incomprensible «tira» del coche hacia un lado.
El recorrido del pedal aumenta considerablemente.
El pedal está «atascado», se necesita mucha fuerza para pisar el pedal.
Al frenar, puede percibirse una sensación de rebote o vibración en el lado del pedal o en el lado del pedal y el volante.
Las almohadillas se desgastan rápidamente en un ángulo. Los principales culpables son las pinzas defectuosas.
La aparición de uno o varios de los fenómenos anteriores conlleva un rápido fallo del sistema en su conjunto, por lo que el diagnóstico y la reparación no deben demorarse.
Mantenimiento preventivo del sistema de frenos
Lo primero y más importante es el mantenimiento del sistema de pinzas. Es una buena práctica realizar una revisión de las pinzas al menos cada dos años y en cada cambio de pastillas.
Recomendamos el uso de compuestos de pasta de alta temperatura, insolubles en agua y químicamente resistentes, compatibles con las piezas de elastómero y plástico.
La inspección oportuna, el diagnóstico, la limpieza y el tratamiento de las piezas con pastas lubricantes y la sustitución de piezas individuales evitarán costosas reparaciones en el futuro.
