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¿Eres celoso? Ponle freno con estos consejos

Los celos son algo normal, hasta cierto nivel. Pero cuando se vuelven excesivos y no tienen justificación es cuando hay que superarlos tanto por nuestro propio bien como por el de nuestra pareja y el de la relación.

Los celos, especialmente cuando son sin justificación, son un problema que causa sufrimiento en muchas parejas. Y hay ocasiones en que la persona que los padece siente incluso un mayor sufrimiento, al ser consciente del daño que le está haciendo tanto a la relación como, sobre todo, a la otra persona, y sabe que no se puede controlar a medida que el miedo a perder a su pareja y su seguridad crecen.

Los celos, especialmente cuando son sin justificación, son un problema que causa sufrimiento en muchas parejas

Aunque los celos pueden tener su origen en un comportamiento inapropiado o erróneo en la pareja en un pequeño porcentaje de los casos, la mayoría de las veces los desencadena la persona que los siente, al experimentar situaciones que terminan haciendo que su vida y la de su pareja sean insoportables.

Aceptar el problema

Lo primero que hay que hacer para lograr vencer los celos es aceptarlo. Muchas personas no lo hacen, o ni siquiera son conscientes de ello, y por eso no pueden evitar que la relación se deteriore. Cuando se duda de la fidelidad de la otra persona, especialmente si no se tienen pruebas, es cuando los celos nos han infectado, ya que la principal señal de este problema es la falta de confianza hacia la pareja.

Muchas personas no aceptan que son celosas o ni siquiera son conscientes de ello, y por eso no pueden evitar que la relación se deteriore

Lo importante es tomar consciencia de lo que ocurre y admitirlo. Cuando se reconoce un problema es cuando se puede solucionar. Además, aceptarlo nos da la oportunidad de prevenir que los celos acaben con la relación y lograr mejorarla y fortalecerla cambiando aquello que no es adecuado.

Hacernos preguntas

Una vez que somos conscientes del problema, tenemos que analizar si los celos y el temor son justificados. Tenemos que mirar dentro de nosotros y averiguar el por qué de los celos para poder controlarlos y vencerlos.

Tenemos que mirar dentro de nosotros y averiguar el por qué de los celos para poder controlarlos y vencerlos

Imaginemos que salimos con de fiesta con unos amigos y al volver del baño vemos que nuestra pareja está hablando con una persona atractiva. Empezamos a sentir celos. ¿Qué debemos hacer? En primer lugar, hay que calmarse y analizar la situación preguntándonos a nosotros mismos por qué sentimos esos celos, si vemos a esa otra persona como una amenaza a nuestra relación (y en ese caso, por qué), si hay algo que podemos hacer para dejar de sentir esos celos, o qué es lo que podemos hacer para mejorar las cosas.

Debemos ser capaces de dialogar con nuestra pareja, y hacerlo con serenidad y claridad

Hacernos preguntas a nosotros mismos sirve para analizar la situación y ver si “nos estamos montando una película”. Se trata de quitarle la máscara a esos celos a través de las preguntas para ver si realmente hay un motivo o si solo estamos viendo fantasmas. Si es lo segundo, entonces tenemos que sustituir esos pensamientos con otros que ayuden a la felicidad de la pareja. En el 90% de los casos los celos son totalmente infundados.

Mejorar la autoestima

Por supuesto, es muy importante valorarnos y querernos de la manera adecuada. Esto aumentará nuestra autoestima y podremos sentirnos confiados en que, aunque nuestra pareja se relacione con otras personas, y aunque estas personas puedan ser más atractivas que nosotros, “sólo tiene ojos para mí” porque sabemos lo mucho que valemos.

Consejos

Además de todo esto, hay unos cuantos consejos que podemos seguir para poder plantar cara a los celos, vencerlos y superarlos.

  • Ponerle freno a los pensamientos negativos que provocan que los celos crezcan y se hagan más problemáticos. Hay que tratar de eliminarlos y reemplazarlos por pensamientos de confianza y seguridad, que harán que el malestar se alivie. También debemos saber diferenciar si estamos viendo fantasmas donde no los hay o si nuestro temor tiene algún motivo real.
  • Evitar comprobar qué ocurre constantemente. Esto puede aportar un alivio momentáneo que en realidad es falso, ya que más tarde querremos volverlo a comprobar y caeríamos en un círculo vicioso que prolonga el sufrimiento.
  • Respetar el espacio individual de nuestra pareja y el espacio compartido. Cuando se tiene una pareja, hay que poder disfrutar de los intereses propios así como de los que compartimos con la otra persona. La diferencia entre unos y otros no debe ser motivo de conflicto.
  • Trabajar el autocontrol y la comunicación. Cuando se sufren celos, y especialmente si son excesivos, lo que hay que hacer es buscar una solución. Y para ello debemos ser capaces de dialogar con la otra persona y hacerlo con serenidad y claridad. Lo que no se debe hacer nunca es caer en el error del victimismo, el ataque verbal, las amenazas o el culpar a algo o a alguien de la situación.
  • Hablar con personas de confianza. Siempre viene bien contar con una segunda opinión que ayude a evaluar la situación de manera más objetiva y reflexionar. Pero no se debe olvidar contar todo con objetividad para que el punto de vista de la otra persona no se vea afectado.
  • Respetar la intimidad del otro: Si no debemos invadir su espacio, mucho menos debemos invadir su intimidad. Mirar su teléfono móvil, registrar sus cosas o leer sus mensajes es ir demasiado lejos y estaríamos faltando totalmente al respeto a la otra persona. Sin olvidar que si lo descubre nada volverá a ser como antes.
  • Nada de victimismo: En las relaciones no existen ni los verdugos ni las víctimas. Sólo hay conflictos y problemas por resolver. Hacerse la víctima, además de no arreglar las cosas, nos muestra como alguien inmaduro e incapaz de razonar a la hora de hablar del problema.
  • No culpar: Así como no hay víctimas ni verdugos, tampoco hay que obsesionarse con buscar un culpable. Hay que hacer todo lo posible por no culpar de lo que sentimos a la otra persona ni a quienes le rodean. Esto nos hará parecer tan inmaduros como el punto anterior y sólo hará que las cosas empeoren.
  • No justificar los celos diciendo que son por amor: De hecho, los celos no son amor, ya que una relación de pareja sana está libre de celos.

Sección ofrecida por Psicólogo Alcalá de Henares

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