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¿Es imprescindible enseñar música en los colegios con una flauta? / Por Miren Pérez Eizaguirre

¿Es imprescindible enseñar música en los colegios con una flauta? / Por Miren Pérez Eizaguirre

De manera inconsciente, la flauta de pico se relaciona con la enseñanza musical en la escuela, y no recibe siempre comentarios positivos. Tiende a considerarse un instrumento de segunda categoría. Quizás existe un gran desconocimiento o nos dejemos llevar por los tópicos sobre lo que realmente ocurre en el aula.

La música se compone de tres elementos fundamentales que son el ritmo, la melodía y la armonía. Todos deben practicarse en el aula. Aquí es donde entra en juego la enseñanza de la flauta de pico: para trabajar el aspecto melódico, la flauta es el instrumento ideal, ya que permite incidir en la afinación. Además, poder tocar diferentes melodías en muy poco tiempo hace que la duración del proceso de enseñanza–aprendizaje sea menor y a su vez muy gratificante.

Este proceso debe combinarse con el trabajo de la voz, que es diferente e igual de importante. Para todo esto es necesaria la preparación del profesorado: debe conocer los aspectos básicos de interpretación para enseñar de manera correcta y guiada este proceso.

España no es un país de gran tradición con este instrumento, como sí lo son Austria u Holanda, por ejemplo. En ese sentido jugamos con desventaja en cuanto a la proyección social del instrumento.

Shutterstock / FamVeld.

Barata pero estridente

A nivel práctico, y trasladándolo a la realidad del aula, la experiencia nos dice que es un instrumento barato que puede utilizarse en centros donde los alumnos tienen menos recursos económicos y facilita que este alumnado pueda interpretar la música y gozar de las sensaciones y beneficios que ello produce.

Con respecto a los inconvenientes con los que nos podemos encontrar al elegir la flauta de pico, el sonido resulta algunas veces estridente y poco atractivo para el alumnado, sobre todo en sus inicios. El material con el que están hechas (plástico) influye mucho en ello. Sin embargo, por este motivo resultan tan económicas. Además, está considerada como un instrumento antiguo y actualmente el estudiantado muestra preferencia por otros como el ukelele o el teclado.

Otros instrumentos posibles

La pregunta es siempre la misma: ¿No existe otro instrumento que no sea la flauta de pico? La respuesta es sí.

Como acabamos de explicar, por las ventajas que tiene creemos que no es adecuado eliminarlo. Pero nos encontramos con otros instrumentos posibles: el teclado y el ukelele. Ambos son armónicos y se puede trabajar otro de los elementos que componen la música, la armonía.

Sin embargo, la inversión económica que debería hacer un centro escolar en teclados para que en el horario de la asignatura de música cada uno pudiera tener el suyo es considerable. Es inviable que los alumnos acudan con él a cuestas en los días que tienen clase de música. Y, por último, su aprendizaje es más complejo y requiere de un tiempo que no se tiene actualmente en la carga lectiva de la asignatura. Quizás por eso su uso es esporádico y no está extendido.

Con respecto al ukelele, nos encontramos con una situación diferente: existen algunas propuestas didácticas. Durante la pandemia de covid-19 se ha visto como una alternativa ideal a la flauta por la emisión de la columna de aire que, en este caso, no se produce; también, por la posibilidad de tocarlo de manera individual. El contacto al coger las baquetas para tocar instrumentos de uso común (láminas y percusión) ha sido inviable, y se ha planteado como una opción posible y eficaz.

Como ventaja podemos decir que su transporte es más cómodo que el del teclado. Pero el valor económico del instrumento hace que, frente a la flauta, se descarte en zonas desfavorecidas.

Cuanta más variedad mejor

En el aspecto puramente de su utilidad en el aula, los tres instrumentos son buenas opciones, ya que cada uno de ellos trabaja aspectos musicales que son necesarios en la formación global del alumnado.

La melodía se puede trabajar con la flauta de pico y la voz. La armonía con el ukelele, los instrumentos de láminas y todos aquellos con los que se puedan interpretar varios sonidos a la vez. Y, por último, el ritmo, elemento indispensable, con instrumentos de percusión (incluyendo la corporal).

Respondiendo a la pregunta de si es imprescindible enseñar música con la flauta, no lo es, pero sí aconsejable. Lo fundamental es que, además de adquirir conceptos musicales, el alumnado pueda experimentar lo que supone realizar música en grupo, las sensaciones que se producen en nuestro cuerpo cuando esto ocurre y desarrollar algo que es innato en todos los seres humanos: la música.The Conversation

 

Miren Pérez Eizaguirre es profesora del departamento interfacultativo de Música en la Universidad Autónoma de Madrid.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.