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¡Estoy rebelada! / Por Anabel Poveda

¡Estoy rebelada! / Por Anabel Poveda

Estoy cabreada con la vida, con el universo, con el karma y con el *sursum corda y necesito hacer terapia de blog. Tengo una colección de “eres una tía genial, cómo me río contigo, me encanta salir contigo, ir al cine, al teatro, a bailar, pero TE QUIERO COMO AMIGA” que el próximo que pronuncie las palabras mágicas va a hacer estallar la caja de Pandora y puede salir muy mal parado.

Aviso para utilizarlo en mi defensa cuando se produzca la desgracia. ¡Yo he avisado públicamente! Le tengo que preguntar a Nuria, mi abogada, pero seguro que eso es un atenuante.

No sé en qué momento me puse el cartel en la frente de “Hola soy la amiga ideal” y soy incapaz de quitarme el Sanbenito.

El universo me vacila, está claro. De pascuas a ramos, cruza en mi camino el HOMBRE, yo me desmonto porque cada vez me cuesta más que alguien llame mi atención, me vuelvo igual de loca que mi gata con el paté gourmet y, una vez más, como si viviera en un bucle o en el “Día de la Marmota” me enfrento al temido “Sí pero No”, que diría Bisbal.

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He tomado una decisión contundente que llevaré hasta sus últimas consecuencias. Hasta este momento he ido acumulando amigos (a los que adoro), fruto de estos chascos sentimentales porque me cuesta negarle mi amistad a la gente y el enfrentamiento no es lo mío, pero definitivamente  tengo el cupo de amigos hombres heterosexuales cubierto. Se cierra el chiringuito hasta nuevo aviso.

No quiero más tíos guapos, inteligentes, simpáticos y dispuestos a matar por mí si fuera necesario en ese club, porque lo tengo tan lleno que como un día llegue la Policía Nacional a hacer una inspección, me detienen por superar el aforo permitido.

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Hombres del mundo, me voy a imprimir una camiseta, o diez, para tener quita y pon, que por delante rezará “Si vienes a ser mi amigo vuelve por donde has venido”, y por detrás dirá “Me sobran amigos, me falta un buen novio”.

Siempre he presumido de ser millonaria en amigos y bien saben los dioses de todas las religiones que es mi mayor tesoro, pero hace unos años, cuando en mi entorno se empezaron a multiplicar las bodas, hasta las siete u ocho anuales, una amiga me dijo: “Anita eres demasiado maja, tienes que empezar a enemistarte con gente o tu ruina con las bodas no tendrá fin”.

Recuerdo hoy esas palabras y me planteo que tengo que dejar de ser tan graciosilla, tan entrañable y tan abrazable para el género masculino. O cambio la estrategia pronto o mi público va a estar en el Imserso cuando sea una adorable viejecilla bailonga y con el ojo pintao.

Afortunados los que entraron en el selecto club antes de este arrebato de dignidad y despechillo y tontos aquellos que no van a estar ni en este, ni en otro que, ellos no lo saben, pero es mucho más exclusivo 😉

A Papá Noel y a los Reyes Magos les voy a pedir un NO AMIGO.

PD: De momento el culto al suvenir de Bali no ha surtido ningún efecto.

*Alude a un personaje anónimo de mucha importancia, en quien se delega todo lo que uno no quiere hacer o a quien no se está dispuesto a obedecer por mucha que sea su autoridad.