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Gastronomía: las 11 mejores torrijas de Alcalá en Semana Santa

Gastronomía: las 11 mejores torrijas de Alcalá en Semana Santa

Un año más, llega la Semana Santa. Tiempo  de fe y recogimiento para unos, de vacaciones en la playa para otros, si es que este invierno que no acaba lo permite, y de torrijas para casi todos. Y como en La Luna de Alcalá somos muy golosos, hemos decidido salir a la calle a encontrar las mejores torrijas de la ciudad complutense (no dudes en escribirnos si crees que no hemos contactado contigo y las tuyas son las mejores).

Las torrijas en Semana Santa. ¿Sabes de dónde vienen?

Podría decirse que, como los acueductos o las calzadas, las torrijas fueron un invento de los romanos. O al menos, de ellos es la primera muestra de su existencia de la que tenemos constancia. En el siglo I d.C., la antología de recetas De re coquinaria, escrita por el gastrónomo Marco Gavio Apicio en tiempos de los emperadores Augusto y Tiberio, habla de que “la rebanada de pan debe ser sumergida en leche”, para referirse a lo que llama aliter dulcia (otro plato dulce). Aunque el primer ejemplar manuscrito de esta antología data del siglo V y resulta complicado averiguar si se trata de una elaboración de su tiempo o añadida posteriormente.

Sea como fuere, el pan migado en leche endulzada y comido en forma de sopas, fue más que utilizado en Europa durante todo el medievo. De hecho, en el siglo XIV, el recetario del francés Taillevent, de nombre Le viandier, ofrece el nombre de tostées dorées (tostadas doradas) para describir unas rebanadas de pan, pasadas por yema de huevo batido y tostadas en la sartén. En España, la primera mención a las torrijas o torrejas, la hace el poeta y autor de teatro Juan del Encina, en el siglo XV, en su villancico IV, donde dice: “En cantares nuevos / gocen sus orejas / miel y muchos huevos / para hacer torrejas / aunque sin dolor / parió el Redemptor.”

Como vemos, el primer testimonio escrito de nuestro país que pone nombre a las torrijas, ya las relaciona con la Semana Santa y menciona el uso que a este alimento se daba, ya que era frecuente entre las parturientas. Y es que, durante siglos, se tuvo la creencia de que las torrijas, por su alto contenido energético, mejoraba la recuperación de las mamás de la época tras el parto. En definitiva, las torrijas eran para las mamás del siglo XVI lo que el bocata de jamón para las de ahora.

Aunque en absoluto se trata de un alimento dedicado exclusivamente a las madres. Al tratarse de un dulce hecho con ingredientes sencillos (pan, leche, huevos y un endulzante como miel, almíbar o melaza), era una buena forma de alimentarse para las clases más bajas. Así, se aprovechaba también en los monasterios el pan sobrante. Y durante la Cuaresma, se suplía la falta de carne en la dieta. Tal vez fuera esta la verdadera razón por la que se extendiera su consumo en Semana Santa, o tal vez no.

Nosotros te proponemos las que creemos que son las 11 mejores pastelerías para comer Torrijas en Alcalá (seguro que se nos escapa alguna y nos lo puedes contar):

1. Pastelería Confitería Maiig (c/ Mayor, 78)

Ignacio nos abre las puertas de su confitería, Maiig, para mostrarnos cómo las hacen allí desde hace 52 años. De leche, miel o vino, todas empiezan por la elaboración de un pan de brioche, fermentado de forma lenta para lograr una miga compacta, horneado y, posteriormente, dejado en reposo durante varios días. Después toca empapar las rebanadas en leche (infusionada con azúcar, canela, corteza de limón y una vainilla traída de Tahití), pasarlas por huevo batido (mejor mezclado y no agitado, como el Martini de James Bond) y freírlas a 140º, para evitar que ni el aceite ni la torrija se dañen en su fugaz encuentro. Esta incorporación que supuso la fritura, nos acerca muy directamente a la torrija que hoy conocemos, y es posible gracias al aceite que los árabes supieron extraer de las olivas, tan características del Mediterráneo.

Foto 4 Elaboración Maiig

Presenciar el momento de la fritura es, para los amantes de este dulce tradicional, como vivir en un pueblo el día de matanza y elaboración de embutidos junto a la familia, o el momento en el que las sidrerías vascas hacen el Txotx en sus caseríos y descubren cómo de buena ha resultado la cosecha de ese año. Sin duda, tiene algo de mágico poder observar al personal de un obrador, trabajando organizado en la cadena de montaje de una bandeja de torrijas, como si de una multinacional alemana se tratara.

Foto 5 Maiig

A priori, este postre no tiene mucha ciencia. Todos conocemos la receta. Pero el secreto, definitivamente, no está en saber de qué forma se hacen, sino simplemente en saber hacerlas.

2. Pastelería Alcamil (C/ Juan de Austria, 8)

Tomás, por su parte, no posee menos experiencia realizando torrijas ya que lleva al frente del obrador de Alcamil, 39 años. El pan que hornean con la mente puesta en ellas es tipo brioche, con toques de naranja, vainilla y limón.

Foto 6 Alcamil

Las hay de leche, con miel, en almíbar con aroma a albaricoque, y desde hace tres años, con un cordón de crema pastelera que atraviesa la barra desde la popa hasta la proa, y que deja bien claro quién dirige el rumbo en esa torrija. En su casa, Tomás ha sabido también adaptarse a las necesidades de sus clientes, y ha decidido elaborarlas en un formato más grande, para los más golosos, y en otro más pequeño para los curiosos.

3. Pastelería Riquelme (C/ Ángel, 6)

En Riquelme, su pastelero Francisco le da al pan con el que elabora sus torrijas el nombre de pan de bombón (como tradicionalmente se conoce en España al brioche francés), siendo fiel a la manera de hacerlas de toda la vida.

Foto 7 Riquelme

Lleva en la pastelería 25 años, y pese a conocer bien los secretos del oficio, no duda en decirnos sin vacilar, que no pretende lograr una gran torrija de pastelería sino que busca esa torrija que se parezca a la de nuestras madres o a la de nuestras abuelas. Ofrece la clásica versión bañada en leche para los que no se la juegan, y otra más valiente, terminada con un almíbar que sabe a canela y a licor de anís.

4. Pastelería Bamby (C/ Mayor, 7)

En Bamby, las torrijas que el cliente puede encontrar son las tradicionales, bien caladas en leche, con aroma a cítricos y a canela. Las presentan en el plato con o sin la leche que ha servido para dotar de personalidad y jugosidad a su rebanada de pan, justo al gusto de cada uno.

Foto 8 Bamby

Las hermanas Mari Luz y Mónica, que llevan 30 años regentando el negocio en diferentes ubicaciones, no desvelan muchos más detalles acerca de su propuesta casera, aunque aseguran que pretenden mantener viva la receta de su abuela. Acercarse al sabor de una torrija de su infancia es para ellas el principal valor de su producto.

5. Panadería Pastelería Eugenio (C/ Cuenca, 1)

Las de Eugenio, con la vitola de 29 años en su obrador, pese a que no distan en su elaboración de esa torrija de antaño que buscan los protagonistas de nuestro reportaje, sí se diferencia del resto en la forma de ponerlas guapas.

Foto 9 Eugenio

Su obrador es el único que ha optado en su presentación por rebozar cada una de ellas en azúcar y canela, como es costumbre en muchos hogares de Madrid y Castilla. El pan que utilizan, realizado con leche, huevos y mantequilla, es la antesala de unas torrijas muy caseras que ofrecen, salvo petición personal, en la modalidad de leche.

6. Boutique del Pan Pastelería Castillo (C/ Avda. Reyes Católicos, 25)

Por su parte, la pastelería Castillo ofrece toda la repostería que un barrio como el suyo pueda demandar, y sus torrijas entran en el top de las más vendidas en tiempo de Cuaresma y Semana Santa.

Foto 10 Castillo

José nos recuerda que, durante los 30 años que lleva abierto su establecimiento, ha hecho las torrijas como siempre. Con pan de leche, huevos, azúcar, leche, canela y vainilla. Además de la versión más tradicional, pone a disposición de sus clientes las torrijas de vino, también con solera, y las de almíbar.

7. Repostería Paraninfo (C/ Mayor, 67)

En Paraninfo, Alfonso lleva haciendo torrijas desde hace más de una década, los tres últimos años en su actual ubicación. Utiliza para su elaboración un pan de brioche, que ellos mismos hacen, y lo maridan con una mezcla de leche, azúcar y canela. Hasta ahí, todo transcurre según lo previsto.

Foto 11 Paraninfo

Sin embargo, existe un ingrediente secreto que la hace única en Alcalá, según él mismo dice. Quien quiera saber de cuál se trata tendrá que ir a probarla personalmente porque, a quien les escribe, no le está permitido desvelar el secreto. La sirven seca o mojada.

8. Pastelería Lupe (C/ Sebastián de la Plaza, 2)

Como en el caso del resto de reposteros que nos han recibido en su casa, Lupe deja en sus torrijas el sello de 43 años de experiencia. Quienes conozcan esta pastelería sabrán que antes de su ubicación actual, ya freía torrijas frente al Teatro Salón Cervantes, y que las hace artesanalmente.

Foto 12 Lupe

Normalmente, tiene en sus vitrinas torrijas de leche, de miel y de vino, aunque también puede hacerlas de otra forma mediante encargos.

9. Pastelería Leal & Leal (C/ José María Pereda, 14)

En Leal & Leal, el cliente encontrará las torrijas que Israel hace un su obrador al modo en que las hacía su abuela. Proveniente de tierras jienenses, su negocio lleva abierto 16 años, y de las seis tiendas que tienen, ésta junto a la de La Garena, son las que se encuentran en Alcalá.

torrijasleal11

Elaboran sus torrijas con leche fresca traída de Colmenar y miel de Andalucía. También tienen torrijas de vino.

10. La Celiacoteca (C/ Talamanca, 3)

Para terminar, la propuesta que cierra nuestro decálogo de las mejores torrijas de Alcalá, va dirigido a un número cada vez mayor de personas que, en otras circunstancias no podrían disfrutar de ellas. Aunque no son excluyentes (ya que están hechas para toda la familia), Helena Buendía, ofrece desde hace más de tres años en La Celiacoteca, las únicas torrijas de almíbar o leche, elaboradas sin gluten y sin lactosa. Sin duda, es una propuesta a tener en cuenta para quienes, además de gozar comiéndose una buena torrija, busquen un producto que no sea perjudicial para su salud.

torrijasceliacoteca

11. Pastelerías YOLMAR (C/ Pescadería, 14 y C/ Nuñez de Guzmán, 15). 

Con 35 años a sus espaldas en Alcalá es uno de los más antiguos y experimentados talleres de elaboración de dulces que se encuentran en la ciudad complutense. Dispone de taller propio dirigido por un Maestro pastelero.

torrijasyolmar

Son una referencia en la vida alcalaína. Además, como en otras pastelerías, sus rosquillas son buenísimas.

YOLMAR

OTROS PRODUCTOS PARA SEMANA SANTA:

Además de las torrijas, la Semana Santa supone una gran oportunidad para disfrutar de otros dulces propios de la Cuaresma, y las pastelerías de nuestra ciudad no son ajenas a ello. En sus vitrinas podremos encontrar leche frita, rosquillas, huevos de Pascua, hornazos (especialmente, el Domingo de Resurrección), y penitentes; un cucurucho de barquillo bañado en chocolate y relleno de diferentes cremas, creado en su día por la ya extinta Asociación de Reposteros de Alcalá de Henares, que dejó, sin embargo, estos bocados como una seña de identidad de la repostería complutense.

Foto 15 Penitentes

Asimismo, aunque no es habitual, el hornazo también puede encontrarse en Alcalá. De hecho, hace unos días se ha presentado la recuperación de una de las tradiciones de la ciudad, la fiesta del Hornazo alcalaíno, durante la que se consume este típico postre. El Hornazo se celebrará el próximo 2 de abril, a partir de las 18:00 horas, en la explanada de la Ermita del Val:

Foto 16 Hornazo

Si después de conocer estas torrijas, alguien piensa que las suyas siguen siendo las mejores de Alcalá, que no dude en escribirnos para comprobarlo, porque en La Luna de Alcalá no nos gusta perdernos semejante manjar. Seguro que son muchos los que pensáis que como las de sus madres o abuelas no hay nada…

Puedes enviarnos un mail a redaccion@lalunadealcala.com o producción@lalunadealcalá.com

Un reportaje de Alberto Martínez.

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