La historiadora alcalaína María Jesús Vázquez Madruga nos trae un nuevo capítulo de historias desconocidas de Alcalá
CONTINUAMOS CON LOS GIGANTES Y CABEZUDOS (Parte I AQUÍ)
En 1997, vinieron de Guadalajara seis gigantes y 15 cabezudos a Alcalá, destrozados y con habitantes indeseables. Con el patrocinio de la Asociación de Gaiteros y tamborileros de Guadalajara y la Concejalía de Festejos de su Ayuntamiento, nos pusimos manos a la obra Paquita Rodríguez Martínez, y yo, con la ayuda de mi esposo Julián y la modista Florinda Martínez en Sementales también, gracias a la cesión de ese espacio por parte de nuestro Ayuntamiento.
Los seis Gigantes eran tres parejas de reyes que simbolizan los continentes: América, Europa y África, porque faltaban los de Asia.
Además, los cabezudos estaban no sólo rotos o con desconchones, había algunos deformados completamente por la humedad. No hablaré aquí de los parásitos…
Encargamos estructuras y cuerpos nuevos porque los que tenían eran irrecuperables A las mismas empresas del año anterior. También reparamos los trajes y cuando no fue posible, los rehicimos con telas similares a las originales. Ese año no hubo vacaciones de semana Santa ni de verano, pero mereció la pena tanto trabajo.
Cuando desfilaron por las calles de Guadalajara el primer día de su fiesta en el mes de septiembre, nos sentimos orgullosas por el trabajo bien hecho. Del mismo modo que hice en Alcalá, entregué al Ayuntamiento de Guadalajara una memoria-informe, sobre cómo guardarlos, mantenerlos y trasladarlos, junto con las fotos de todo el proceso de restauración.
Ese mismo año, Juan Carlos, de la peña de los Doblones, nos encargó un gigante Doblón representando la peña. Hicimos una maqueta de la cabeza moldeada en plastilina y tras su aprobación elaboramos el gigante, que gustó mucho y que muchos llaman el vikingo o el pirata erróneamente. Tiempo después hicimos una maqueta a escala del gigante, que nos encargó Juan Carlos, enorme entusiasta de los gigantes; también diseñamos una ”Doblona” que nunca llegamos a hacer.
Ese mismo año hicimos «el Negro con Moño» para recuperar el que existió y que había desaparecido. Para reproducir el Negro, sólo dispusimos de una foto antigua de un periódico de muy mala calidad. A pesar de ello, procuramos que se pareciera lo más posible, porque los que decían tener buenas fotos, nunca nos las prestaron y no teníamos tiempo para indagar en los archivos, eso sí, una vez terminado, lo criticaron. Criticar es fácil, ayudar no tanto.
También en el 98 hicimos María la Guarra, Napoleón y el Aragonés, cabezudos que existieron en otros tiempos en nuestra ciudad y totalmente desaparecidos. El pelo de María lo hicimos reciclando papel higiénico, como muchas otras cosas, tarea en la que este trabajo nos hizo expertas, dada la continua falta de presupuesto. Después dijeron los entendidos que María no se parecía a la antigua, y es que no tuvimos dónde basarnos para hacerla de nuevo. Ese mismo año hicimos La Doctora de Alcalá, o sea, María Isidra Quintina de Guzmán.
Ese verano, durante las Ferias, toda la comparsa se expuso en el Colegio de Málaga. Y fue protagonista de los boletos de la ONCE.
En 1999 hicimos los Tes Reyes Magos, durante un frío otoño y sin presupuesto para las estructuras, por lo que debían desmontar unos gigantes para poder sacar éstos en Navidad, siempre con los presupuestos al mínimo.
Esta vez los trajes también los confeccionó Florinda Martínez. Con ellos Alcalá se convirtió en la única ciudad con gigantes – Reyes Magos de Oriente- y ni que decir que el éxito fue enorme hasta hoy, que continúan saliendo durante las fiestas navideñas.
Firma: María Jesús Vázquez Madruga.
Foto superior noticia: Ayuntamiento de Alcalá. Resto de fotos: Julián Martínez Urbano