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Historias olímpicas / Gema Pascual, el diploma olímpico que no apareció

Historias olímpicas / Gema Pascual, el diploma olímpico que no apareció

Gema Pascual ha sido una de nuestras deportistas alcalaínas que han participado en los Juegos Olímpicos. Lo hizo en los de Atenas 2004 en la modalidad de ciclismo en pista, donde obtuvo un diploma olímpico; diploma, por cierto, que según reconoce Pascual no llegó a aparecer.

– Participaste en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, ¿cómo recuerdas la experiencia?

– Recuerdo la ilusión con la que viví aquel año, todo fue muy intenso y emocionante. La única pena que me quedó fue no poder estar más tiempo en la villa. No pude vivir ni el desfile inagural ni el de clausura. Me hubiera encantado.

– Lograste diploma olímpico, ¿cumpliste tus expectativas?

– Logré un séptimo puesto que estaba fenomenal, pero las medallas se quedaron muy cerca. Tenía piernas para lograrlo y luché por ello, pero no llegó. Aún así fue un buen resultado. De aquello lo peor es que a día de hoy aún no me han dado el diploma olímpico y creo que no lo tendré nunca. Hubo un problema con la corredora de Colombia que dio positivo por lo que hubo que esperar a la resolución para saber si era sexta o séptima. Al final fui séptima, pero el diploma se perdió en la Federación. Años después la dirección cambió y mi diploma nunca apareció, quizás algún director técnico lo tenga en su casa.

– ¿Qué tal es el ambiente en la villa olímpica?

– Es un sueño y como tal se vive. Es alucinante convivir con todos los deportistas, el ambiente en cualquier rincón, ya sea en el autobús, en los comedores o incluso en tu bloque de viviendas. Es increíble.

– ¿Quién fue el deportista que más te impresionó?

– Bueno quizás recuerdo muchos, pero lo más impresionante fue el día que llegue a la villa, a mi piso. Mis compañeros ya estaban allí y cuando dejé la maleta en mi piso (3º planta) me asomé a la terraza y me dijo un compañero: ‘Gema, mira a ver si puedes decirles a los del Bajo que me den la zapatilla que se me ha caído al patio’. Al mirar abajo, al patio, no podia parar de reír. Estaban las zapatillas de los jugadores de baloncesto… Imagínate, aquéllo se veía enorme. Tantas zapatillas con esos números, parecía el embarcadero de Puerto Banús. Siempre me acuerdo de ello.

– ¿Es una pena que sólo en los Juegos Olímpicos se preste atención en España a algunos deportes, entre otros, el ciclismo en pista?

– Pues sí, es una pena que solo seamos escuchados un día. Un deportista para llegar a unos Juegos debe de pasar mucho, y necesita poder hacer del deporte su trabajo, vivir de ello, tener posibilidad de contar con los mejores preparadores, fisios, psicólogos, etc. Para que eso suceda o se apoya o luego no esperen milagros.

– Este año sólo tres ciclistas españoles en pista participarán en los Juegos de Río, ¿hemos perdido fuelle?

– Hemos perdido apoyo para que esto suceda. No es el trabajo de solo un año. Desde Atenas sólo se han estado haciendo meteduras de pata en la Federación y este es el resultado. Ojo, hasta Atenas también hubo tela. Los ciclistas que han conseguido ir se lo han ganado grandísimamente, han luchado contra todo, tienen un grandísimo mérito. Pero son los únicos que tienen algo de apoyo detrás, bien sea por sus federaciones autonómicas, patrocinadores etc. En España hay nivel, hay cantera, pero hay que dejar trabajar y mirar por los ciclistas y no tanto por los cargos directivos. Cuando un técnico o directivo le puede repercutir beneficio económico el llevar a un deportista u otro, deja de tener valor el deportista y se ven cosas injustificables. Los ciclistas y sus más próximos (aquellos que están día a día con los deportistas) han de poder dedicarse en cuerpo y alma. Si no, no hay resultados. Solo hay que mirar el resto de países con grandes resultados. Necesitamos escuelas deportivas que trabajen desde la base con los niños, que puedan especializarse y para ello necesitamos instalaciones y, sobre todo, trabajo, mucho trabajo y dedicación. Hasta hace unos años, contábamos con escuelas donde llevar a nuestros niños, hoy han desaparecido, se las han cargado.

– ¿Qué hace hoy Gema Pascual?

– Estos dos últimos años, fui piloto de una ciclista ciega Ana Belén Miguélez. Es una experiencia que me ha gustado mucho, pero pasa igual, sin apoyo ya es difícil el deporte, más aún el paradeporte.
Y en lo personal, soy madre de dos niños de 2 y 5 años. Trabajo como profesora en el Colegio Zola en Las Rozas y estoy estudiando en la Universidad, cosas que dejé por apostar todo por el deporte y que ahora he retomado. También me dedico a entrenar a algunos deportistas. Así que como ves, estoy muy entretenida, aún así viendo los Juegos, creo que es normal, siento algo de nostalgia. Con el tiempo, ojalá pueda montar mi propia escuela de deporte, de ciclismo, donde trabajar mano a mano con la base, donde apuntar a mis hijos y que los técnicos sepan trabajar con ellos. Es lo que se necesita. Sólo tenemos que mirar las escuelas más próximas que teníamos hasta hace unos años, donde nos hemos formado muchos olímpicos o grandes deportistas con resultados en campeonatos del Mundo, Europeos y ya no están. Por unos u otros motivos han desaparecido.