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Juguetes / Por Jacqueline Trillo

Juguetes / Por Jacqueline Trillo

Por Jacqueline Trillo (*)

Cuando llegan estas fechas navideñas, nosotros los ‘buenos padres’ y ‘buenas madres’ ya hemos desgastado las hojas de los catálogos de juguetes que tan golosamente coleccionan nuestros niños.

Nosotros hacemos cuentas y comparamos precios, ejercemos de pajes, guardamos colas, preguntamos en diferentes tiendas si no lo encontramos. Nos tiramos de los pelos si una señora ha arrebatado la última caja de la “Patrulla Canina” o no encontramos el último hit de la Play4. Nos convertimos casi en profesionales del comercio juguetero. Y aunque a veces nos arrebatamos por esos deseos expresados por nuestros pequeños en la Carta a Sus Majestades, convendría echar una ojeada al dossier sobre juguetes educativos para asesorarnos no sólo por la moda, sino por el contenido de cada juego.

Volviendo a los catálogos que interminablemente revisan y revisan nuestros peques: Las fotos de esos juguetes les atraen como imanes. Ellos y nosotros citamos los anuncios de memoria, cantamos la sintonía de rigor y, si en algún momento les acercamos a un centro comercial, no querrán moverse de las estanterías donde se apilan por miles esas cajas voluminosas que harán tintinear sus corazones unos minutos, horas, meses.

Y también, cuando llega esta época recordamos el poco espacio que tenemos en casa para guardar los 10 regalos que cada Rey Mago trae a nuestro hijo y más, si coincide que el nacimiento de tu hijo se antojó para fechas cercanas (como es mi caso) , con lo cual el volumen de juguetes y juegos hace imposible dormir cómodamente en la habitación.

Recordamos que hay que seleccionar algunos juegos olvidados en los armarios para donar y dar entrada a la ilusión de los nuevos juguetes

Llega el momento de decir “Ellos o nosotros” y recordamos que hay que seleccionar algunos juegos olvidados en los armarios para donar y dar entrada a la ilusión de los nuevos juguetes.

En estos días, CAJE y otras asociaciones o parroquias recibimos muchas de esas donaciones que han pasado por las manos de otros niños que han aprendido, disfrutado y soñado con esos juegos.

Y en estos días también, los voluntarios CAJE nos convertimos en elfos y pajes, limpiando muñecos, probando juguetes electrónicos, contando piezas de interminables puzzles, repasando los dados y fichas de los juegos de mesa y preparando con mucha ilusión los pequeños paquetes llenos de magia, para que otros niños, cuyas familias no pueden adquirirlos, puedan disfrutar de esos juegos y juguetes con las mismas ganas que lo han hecho nuestros hijos.

Muchas gracias a todos.

(*) Jacqueline Trillo Sánchez pertenece al Colectivo de Acción para el Juego y la Educación (CAJE)