Emilio Sánchez (*)
-Cariño, haz el favor de fregar los platos.
-Cariñito, tú llevas dos meses sin fregar los platos, nunca bajas al perro, te comiste el último trozo de tarta y te tiraste a la vecina.
Esto es, traducido a lenguaje doméstico (el mejor de los lenguajes), un cruce de declaraciones entre el PP y el PSOE de Alcalá. Las gaviotas, tímidas ellas, se quejan sobre incumplimientos del plan de choque o sobre tradiciones garrapiñadas pisoteadas. Más allá de que los plazos y las medidas esenciales de ese plan se están cumpliendo y que el mantenimiento de las Damas en Ferias huele a naftalina, estas críticas del PP se han llevado un puño tan fuerte que a la rosa no le queda un pétalo.
La imputación de Javier Bello, la Púnica, la operación Flauta y el agujero que se presiente en las arcas del Ayuntamiento (que conoceremos la semana que viene y parece que será tan profundo como en el que cayó el persa de ‘300’) son mármol, plomo, granito y un Snorlax en la mochila del PP. El partido azul arrastra demasiado como para poner en problemas al PSOE, que en cada ataque popular a su gestión encuentra una ocasión perfecta para abrir el cajón de las vergüenzas azules.
Por todo ello preguntamos una y mil veces a Javier Bello sobre su continuidad como portavoz del PP. Un partido en la oposición con tanto que barnizar es tan peligroso para el gobierno como un gatito que come algodón de azúcar sobre el cojín más mullido de tu casa. Beba de donde beba el futuro líder del PP, ya sea de aguas bartolistas o bellistas, ella o él será el verdadero dolor de cabeza para el tripartito. Cuando los meses pasen y el PP haya puesto orden en casa, solo entonces, el PSOE fregará los platos sin tocar la flauta.
(*) Emilio Sánchez es periodista de Ser Henares