En una ciudad sucia, en una ciudad con más de 13.000 desempleados, en una ciudad donde dos terceras partes del paro recae en las mujeres, en una ciudad llena de baches, en una ciudad con problemas de integración en algunos barrios y desatención y olvido en otros, en un ciudad que da la espalda al río Henares, en una ciudad en la que cuesta ponerse de acuerdo para construir un instituto en un barrio joven como La Garena, en una ciudad en la que los líderes del Gobierno y de la oposición no se hablan ni son capaces de llegar a los más mínimos acuerdos… En una ciudad así, queridos vecinos, el pleno de Alcalá ha debatido sobre una pista de hielo y su consumo: 75.000 litros de agua, que más o menos es el consumo de una piscina de un chalet y una factura de poco más de 20 euros. Un dispendio y un ‘atentado ecológico’, vamos.
Es cierto, es época de sequía, pero no es menos cierto que hablamos de una gota en un océano con el que el PP -que no creo que sea el señor Grinch y quiera acabar con la Navidad como esgrimen desde el Gobierno local- sí ha querido tocar las ‘campanas’ al Ejecutivo municipal con su apuesta de ocio para estas Navidades que, al menos, merece el beneficio de la duda: un Ferial como zona de esparcimiento con alternativas para toda la familia, que, además, no cuesta un solo euro a una ciudad donde la sequía también está en las arcas municipales.
Por tanto, vamos a esperar: un circo, una noria, una rampa para trineos, atracciones para niños o una pista de hielo con un Papa Noel gigante no suenan mal cuando esté todo en funcionamiento. No parece una mala opción para un programa navideño que también tendrá otros epicentros en el Centro Histórico y en la antigua Gal, como en otras ediciones.
Seguro que no sale perfecto y no estará coordinado al cien por cien, pero al menos permitámosle que, si no sale bien, ‘patine’ el primer año. Gobierne quien gobierne a partir de 2019, seguro que lo saben aprovechar y mejorar, para dotar a Alcalá de una nueva fórmula de ocio que compitan con las tan cacareadas Navidades de Torrejón. ‘Alcalá, Ciudad de Navidad’ es una idea estupenda con un nombre estupendo. Toca disfrutarlo y, luego, el año que viene y todos juntos, cuando se hayan solucionado asuntos como la limpieza, el desempleo, el vertedero o el instituto de la Garena, mejorarlo.
