El Ayuntamiento de Alcalá sigue trabajando en la remodelación de las líneas de autobuses para hacerlas más eficaces y efectivas, sin incrementar el gasto. La deuda que mantiene Alcalá con el Consorcio Regional de Transporte, de unos 10 millones de euros, permite pocas alegrías, por lo que los cambios para hacer un cambio de los recorridos han de cuadrar con el presupuesto actual, ya que cada ampliación «supone casi 3 euros más por kilómetro recorrido», según afirmó el concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Alberto Egido.
El edil de Somos Alcalá explicó que dos estudiantes de la UAH están colaborando para, con los datos de frecuencias y uso de paradas y líneas que proporcionará el Consorcio, realizar un estudio pormenorizado del funcionamiento de los autobuses urbanos en Alcalá, ver qué necesidades tienen y cuáles son los recorridos más eficientes.
Aunque todavía no se ha concretado los cambios, sí parece claro que las líneas dejarán de centrarse en la Plaza de Cervantes y se buscará algún recorrido en forma de 8 que conecte diferentes puntos de la ciudad. Estos nuevos itinerarios podrían comenzar a llevarse a cabo a partir de 2017, según detalló Egido. «No sé si puede llamar revolución a lo que vamos a hacer, pero sí un cambio en profundidad», concluyó.