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La Universidad de Alcalá, rumbo a la Antártida

Es la primera vez que se instalará una estación tan completa en la Antártida

Investigadores de la Universidad de Alcalá especializados en el estudio de los suelos permanentemente congela­dos y el cambio climático se preparan para una nueva campaña de investigación en la Antártida para comenzar a estudiar el efecto de la nieve en la evolución de los suelos helados.

Su principal es la instalación de una estación de medida repleta de sensores de distinto tipo que permitirán conocer las características de la nieve con muy alta precisión, así como su evolución a lo largo de todo el año. Es la primera vez que este tipo de estación tan completa y espe­cialmente desarrollada para el estudio de la nieve se instala en el continente antártico, lo que supondrá un punto de referencia internacional para el estudio de la nieve en relación a los suelos congelados de la Antártida.

El equipo de investigadores partirá en diciembre a la Antártida para estudiar con detalle las características de la nieve y su duración, con el fin de establecer su relación con la velocidad a la que aumenta su temperatura y su espesor. Para ello, por un lado, analizarán y cartografiarán la evolución de la cubierta de nieve mediante telede­tección (usando imágenes de distintos satélites artificiales, e incluso datos de radar), o fotografías que tomarán distintas cámaras automáticas.

La estación de medida se está testando estos días en los laboratorios de la Universidad de Alcalá, con excelentes resultados, y en breve se desmontará para enviarla a la Antártida, a donde los investigadores llegarán en diciem­bre.

antartida uah

 

En los últimos años, este equipo de investigación -formado por profesores e investigadores de los departamentos de Geología, Geografía y Medio Ambiente, Física y Matemáticas y Automática– ha observado en sus estaciones de medida en las islas Livingston y Decepción, en la Antártida, que aunque los suelos permanentemente congela­dos (permafrost) están aumentando su temperatura hasta aproximarse al punto de descongelación, también crece su espesor, algo que es inicialmente opuesto a lo esperable en un escenario de calentamiento global. Estos inves­tigadores han constatado que además hay una mayor presencia de nieve durante el verano en zonas que normal­mente, en ese periodo, deberían estar completamente descubiertas.

Con este nuevo proyecto, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y denominado Permasnow, el equipo de la Universidad deAlcalá, liderado por Miguel Ángel de Pablo, va a estudiar el efecto de la nieve en la evolución de los suelos helados, en colaboración con investigadores de la Universidad de Oviedo, así como de la Universidad de Lisboa en Portugal y la Universidad Charles y Universidad Masaryk en la República Checa.

«Nuestra hipótesis de trabajo es que, debido al calentamiento global, las precipitaciones han aumentado en esta región de la Antártida, que es un desierto helado. Una mayor presencia de nubes hace que la nieve se funda más lentamente, permaneciendo durante más tiempo, y aislando así el permafrost sobre el que se encuentra. Creemos que esto es lo que está haciendo que esté aumentando el espesor de permafrost en esta región antártica», explica De Pablo, profesor del departamento de Geología, Geografía y Medio Ambiente de la UAH.