Rompemos la clausura por unas horas gracias a la generosidad de las hermanas del Convento de Nuestra Señora de la Esperanza o de Santa Clara (Alcalá de Henares). Recorrer el convento nos lleva horas porque casi ocupa una manzana de calles. Habitualmente sólo los visitantes pueden pasar a la iglesia pero este Convento esconde maravillas.
Aquí, durante la Guerra Civil española las monjas tuvieron que salir y la gente de a pie se escondía en los sótanos cuando oían las sirenas porque se anunciaban bombardeos.
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Esos son los pasillos que hoy recorremos con ellas y donde hoy guardan numerosos objetos a modo de museo, o donde guardan además los numerosos huevos que las novias les llevan antes de casarse para pedir que no llueva ese día.
El convento es enorme. En la foto superior vemos la Calle Trinidad. Cuando pasamos por la acera, casi ni nos damos cuenta, pero tras estas ventanas con rejas a ras de suelo, al otro lado, se esconde todo ese refugio dentro del convento.
No es su único secreto. Muy cerca, en la sacristía, encontramos lápidas de más de 500 años. Algunas de ellas pertenecían a la familia Arévalo, una familia de nobles que tuvo sus casas aquí antes de que se levantara el actual convento. Nos lo cuenta Mari Carmen Herráez, de la Concejalía de Turismo, con quien hemos realizado la visita. Gracias a ella vemos por ejemplo la historia de los señores de Paz, los que sufragaron el gasto del convento.
Además, como curiosidad, encontramos lo que parece suelo original del Paraninfo de la Universidad de Alcalá que acabó aquí tras la desamortización de Mendizabal y después de que la Universidad fuera vendida al Conde de Quinto (luego la «recobraría» la Sociedad de Condueños»).
Recorrer estas estancias es un privilegio. No están abiertos al público pero hoy, de forma excepcional, las hermanas nos permiten enseñar lo que no se suele ver. Es el caso del Taller de Encuadernación donde trabajan las monjas (foto superior) o del Coro alto que vemos aquí abajo, una maravilla.
Además, su patio interior y su huerto también permiten tener ciertos «espacios de libertad» dentro de un convento de clausura.
En su origen, esta clausura franciscana nació como beaterio dedicado a Santa Librada. En 1517, el Cardenal Cisneros lo traslada, ya como monasterio, a su actual ubicación. Del primitivo edificio, obra del siglo XVI, sólo subsiste la iglesia. A mediados del siglo XVII, gracias al patronazgo de Jorge de Paz y Silveira, se comienza a construir el actual convento. Hoy apenas quedan unas 18 hermanas pero gracias a su colaboración nos adentramos en El Convento de nuestra Señora de la Esperanza o Convento de Santa Clara de Alcalá de henares.
Lo mejor es el VÍDEO que hemos grabado con ellas y que forma parte de esos Tesoros Ocultos de Alcalá que nos proponemos descubrir desde LaLunadeAlcala.com
Un reportaje de: RAÚL PACHECO Y OSCAR SÁEZ