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Los murciélagos, una solución a las plagas de procesionaria

Las larvas de la procesionaria causan problemas por su expansión en primavera en las áreas urbanas, debido a que pueden provocar urticaria, dermatitis y, a veces, se clavan e irritan la mucosa conjuntival o pueden, incluso, entrar en las vías respiratorias. En su estado de larva la procesionaria del pino presenta unos pelos en su cuerpo que se desprenden fácilmente y son transportados por el viento y generar los problemas anteriormente mencionados.

Hasta el momento, este problema creciente se ha venido resolviendo con pesticidas para acabar con las larvas, pero el profesor de la Universidad de Alcalá, Gonzalo Pérez Suárez, considera que es una medida «drástica» y «poco recomendable», porque «acaban con el equilibrio natural, ya que también acaba con otros insectos importantes en el ecosistema», además de la labor ‘defoliadora’ de las procesionarias.

Este problema puede tener la solución en los murciélagos, un depredador al que, con la llegada del verano, le encanta las mariposas de la procesionaria. «Planificando con tiempo, los murciélagos pueden convertirse, también en las ciudades, en controladores de la población de procesionaria, pero hace falta previsión’, afirma el experto de la UAH. «Este sistema es mucho menos agresivo para el medio porque los murciélagos son grandes controladores de plagas, pero nunca podrían erradicar especies, pero sí a una disminución significativa de las poblaciones de mariposas», añade.

De hecho, este animal ya se utiliza para el control de las polillas y en Francia ya han realizado la experiencia con la procesionaria, siendo «todo un éxito».

¿Cómo sería la actuación?
Las actuaciones consisten en  una simple puesta de cajas para murciélagos próxima a donde se produce la plaga y su posterior revisión y  conservación, pues muchas de ellas pueden ser utilizadas por otros animales (insectos, pajarillos..)’.

Pérez Suárez también piensa que el control de las plagas de insectos por parte de los murciélagos no tiene por qué repercutir en una potenciación de las especies de este depredador porque «las poblaciones se autorregulan. Si hay un incremento de la población es, entre otras causas,  por un incremento de sus fuentes de alimentación  y un incremento de sus refugios. Si faltan alguno de estos elementos la población disminuiría».