Los vecinos de Azuqueca continúan descubriendo su comercio de proximidad con la Asociación ACEPA

Los vecinos de Azuqueca continúan descubriendo su comercio de proximidad con la Asociación ACEPA

La Asociación de Comerciantes, Profesionales y Empresarios (Acepa) promueve las compras locales

La plaza del General Vives fue el centro neurálgico de Azuqueca de Henares. Las fotografías más antiguas del municipio nos presentan un espacio de celebración, de bailes y festejos taurinos populares donde se reunían los vecinos a mediados del siglo XX. Hoy en día, la zona es un lugar tranquilo, bonito y agradable, más bien dado al descanso de los mayores en bancos al sol que a las aglomeraciones ciudadanas.

El pasado 25 de noviembre, sin embargo, más de 1.000 personas se dieron cita junto a los tapetes verdes de esta coqueta plaza azudense. En una fresca mañana mayores, jóvenes, ancianos y niños formaron una fila que serpenteó, civilizada, entre paseos, árboles y aceras.

Los responsables de la concentración fueron los comerciantes de Azuqueca. Las tiendas de barrio, las de toda la vida, los profesionales más cercanos hicieron gala, una vez más, de su poder de convocatoria. La Asociación de Comerciantes, Empresarios y Profesionales de Azuqueca (ACEPA) cerraba la campaña “Color Days”, para fomentar las compras de proximidad en un final de noviembre “negro”; y es que en esas fechas el protagonismo se lo llevan, de forma recurrente, las grandes superficies. Ante eso, atención, cercanía, tiendas a pie de calle, días de color. Cada compra un cupón y, al final, tras el paso por una ruleta, las papeletas se canjearon directamente por regalos. También se entregó efectivo para realizar compras. La práctica es común en todas las campañas de ACEPA: sortear o regalar dinero para fomentar el consumo.

La iniciativa se saldó de forma muy positiva. “Fue una auténtica locura” afirma Leopoldo de la Sen, presidente de ACEPA, “repartimos más de 1.200 regalos con los cupones que nos entregaron”. La aglomeración supuso, por tanto, más de 1.200 ventas en los pequeños comercios de Azuqueca. Las gotas no son un mar, pero van calando.

ACEPA

Ese “calar” es, precisamente, uno de las líneas de trabajo de ACEPA. La asociación se creó en 2015 gracias a un grupo de comerciantes y emprendedores que decidieron unirse para promover el comercio de proximidad. El objetivo era dar a conocer la variada oferta, convirtiendo Azuqueca en un punto comercial de interés. Actualmente la asociación integra a cerca de 100 empresas, entre las que se pueden encontrar comercios de moda, tiendas de alimentación, bares o librerías. Existen también servicios profesionales como clínicas de estética, estudios de arquitectura o agencias de seguros.

Según fuentes del Ayuntamiento en Azuqueca existen 250 comercios abiertos y un total de 600 autónomos y pequeños empresarios. El comercio azudense es un sector que aporta una indudable riqueza, no sólo en términos económicos. La dinamización del municipio, el sentido de pertenencia, o la generación de relaciones son algunos de los efectos de un comercio moderno y activo. El alcalde azudense, José Luis Blanco, destaca «su importancia para la actividad económica, pero, también, para la vida, porque estos establecimientos contribuyen a hacer ciudad, nos ofrecen servicios y productos de calidad; además, proponen actividades atractivas y divertidas y hacen que pasear por las calles sea más agradable».

Se nota en los escaparates, en el ambiente. El esfuerzo conjunto está dando sus frutos. Ahora, después de ocho años de trabajo, se están viendo los resultados del esfuerzo de ACEPA. Y es que los vecinos están respondiendo masivamente a las propuestas planteadas por los comerciantes. “En sólo dos meses, hemos enlazado las tres campañas más exitosas desde que se creó la asociación” recuerda Leopoldo de la Sen.
Y es que, a las más de 1.200 personas convocadas por el “Color Days”, hay que sumarle la tradicional iniciativa navideña de Buscando a Keka o la Feria de la Croqueta, celebrada el pasado mes de noviembre. “Y si fuéramos más integrantes, más socios, se podría hacer muchas más cosas” reconoce De la Sen.

Croquetas

Fue todo un reto, delicioso, eso sí. Abrir la puerta de cada bar o cafetería, intentar llegar hasta la barra para pedir una consumición y una croqueta. Las hubo de huevo frito y picadillo de chorizo, de costillas a la barbacoa, de chipirones o queso de cabra. La séptima feria de la croqueta de Azuqueca fue una “tsunami gastronómico” para los diez establecimientos de hostelería que participaron en la iniciativa. Desde ACEPA calculan que se vendieron, en dos fines de semana, cerca de 20.000 croquetas.
“Fueron días muy fuertes, con muchísimo jaleo” comenta Pedro Pablo Alegre, de la Taberna El Buen Humor, “nosotros aprovechamos nuestro día de libranza anterior a la feria para hacer masa de croqueta y ya el primer sábado, nos dimos cuenta que no llegábamos al domingo por la noche. Tuvimos que volver a hacer más masas y, al siguiente fin de semana, nos ocurrió lo mismo. Al final hicimos más de 1.700”.

La feria, en su caso, obligó a realizar un suplemento extra de trabajo y modificar ciertos hábitos en su quehacer diario; a pesar de todo ello, el balance es muy positivo. “Tuve que dedicar una persona o dos, exclusivamente a la Feria de la croqueta, pero, como evento y como negocio, fue muy bueno. Creo que no hay mejor fórmula para darse a conocer, sobre todo para los bares que empiezan. Hubo unos chicos que, incluso vinieron, adrede desde Madrid, sólo para probar la croqueta de Azuqueca” termina Alegre.
Para el final de año Acepa ha dejado la última campaña, una iniciativa que no deja de tener una auténtica repercusión en todo el municipio. Ocho años ya. Se trata de la tradicional “Buscando a Keka”, en la cual cada comercio “esconde un pequeño muñeco” en su escaparate.

“La creamos con la idea de unirnos todos los comercios y hacer algo especial por la gente de Azuqueca “explica Angélica Fraguas, de Musicalia. “Nació en un momento muy depresivo, en el que ni siquiera se iluminaban las calles. Surgió como una forma de sacar a los vecinos para que vieran los negocios que hay en su entorno y la capacidad de la ciudad para generar ese ocio y cubrir sus necesidades. Lo más importante es que el cliente interaccione con el comerciante, conseguir que la gente entre a los comercios sin obligarles a comprar porque, ¿cómo vas a saber lo que uno vende, si solo te fijas en un escaparate?”

La campaña plantea una dinámica en la que los participantes deben descubrir en qué parte del escaparate está escondido el muñeco (la “keka”) y pasar al comercio a sellar una cartilla. La iniciativa pretende que se visiten, al menos, 30 establecimientos y generar, así, un conocimiento extenso de los comercios de la localidad.

“El protagonista es el niño, pero es una experiencia familiar, porque vienen siempre acompañados de un adulto. Tu “juegas” con los pequeños, les sellas la cartilla y, mientras, los padres pueden ver lo que hay en la tienda. Ese es el objetivo. Los primeros años preguntábamos qué les había parecido la campaña y decían que habían recorrido toda Azuqueca y no sabían la cantidad de tiendas que había por todas partes. Creo que el comercio ha logrado sacar a la gente” afirma Fraguas.

Al final, con las cartillas completadas, el próximo 21 de diciembre se repartirán estas “kekas”. De nuevo, en la Plaza del General Vives, en esa pequeña y tranquila plaza que no suele concentrar multitudes. Habrá sorteo de cheques con dinero, talleres infantiles, música, photocall, rosquillas… Más de 1.000 personas se esperan. Apuesten a que la cifra se superará. El comercio de Azuqueca tiene poder de convocatoria. El presidente de Acepa no esconde un gesto de satisfacción “los vecinos están valorando más su comercio de proximidad”, concluye De la Sen.

Firma: Esteban Provencio