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Manuel Andrades: «Hay que dejar tiempo para que los niños se aburran»

Un alcalaíno está nominado a mejor docente de Primaria en España por los Premios Educa Abanca. Se trata de Manuel Andrades Cordero, que actualmente da clases en el CEIP San Pedro Apostol de Ribatejada, pero muchos padres y alumnos le recordarán por haber dado clases en los colegios de Alcalá de Henares Antonio Nebrija, La Garena y Pablo Neruda.

Durante sus ochos de trayectoria como docente, también ha dejado su huella colaborando durante más de una década en la escuela deportiva CD Avance y en el servicio de deportes de la Universidad de Alcalá. En La Luna de Alcalá hemos querido hablar con él para que nos cuente qué se siente ser reconocido como uno de los mejores de España y cómo ve la educación en nuestro país. Aconseja dejar tiempo para que los niños se aburran, de ahí surgen las grandes ideas. Lo dice uno de los mejores profesores de España, así que habrá que hacerle caso.

– ¿Qué se siente al estar entre los diez mejores profesores de España?, ¿qué supone ese reconocimiento?

Siento orgullo a nivel personal y profesional por compartir esta nominación con grandes compañeros de toda España, así como una gran satisfacción por la gran acogida que ha tenido entre la gente con la que he compartido docencia y me conoce. Supone una recompensa al trabajo realizado desde que empecé en la docencia tanto formal como no formal y una motivación para seguir aprendiendo, mejorando y creciendo. Además del gran enriquecimiento que me va a suponer conocer a varias personas con las que comparto la nominación de las diferentes etapas educativas.

– ¿Qué es lo que han destacado para su elección?

Los premios Educa Abanca es una plataforma de innovación educativa que entre los diferentes criterios para la selección de los docentes finalistas ha tenido en cuenta los siguientes: calidad docente,  satisfacción de familias y alumnado, innovación, nuevas tecnologías, formación, transmisión de valores, proyección del docente en la sociedad y la investigación. Han sido las familias y alumnos quienes nos han propuesto para este reconocimiento.

– ¿Qué le falta en su opinión al sistema educativo español para dar el salto?

Creo que el sistema educativo al completo, desde las administraciones y las diferentes etapas educativas, debe dar un giro en sus propuestas,  debemos hacer una reflexión profunda sobre el qué enseñar, el cómo enseñar y para qué enseñar. Afortunadamente cada vez somos más los que nos cuestionamos esto y creemos  que otra educación es posible.

– ¿Hacia dónde tiene que ir la educación en nuestro país?

En primer lugar debemos plantearnos de dónde tiene que surgir y creo que lo más importante es construir desde la emoción. Sin emoción no hay educación posible.  Y para ello es necesario que todos los que nos dedicamos a ello nos sintamos motivados, nos guste y lo disfrutemos por los niños, aunque en numerosas ocasiones hay diversas circunstancias que lo impiden. Debemos tener en cuenta que ellos son lo más importante. Estamos en una sociedad carente de muchos valores que estamos viviendo en el día a día y no es responsabilidad de los niños sino de los adultos que con el ejemplo tenemos que servir como modelos. En muchas ocasiones son ellos los que nos dan lecciones diarias de cómo comportarnos. Creo que la educación debe encaminarse a hacer partícipes a los niños de la sociedad.

– ¿Están los alumnos motivados hoy día?, ¿cómo se les puede motivar?

En numerosas ocasiones están extramotivados con numerosos recursos, actividades y propuestas y considero que hay que dejarles tiempo para que se aburran, ya que desde el aburrimiento surgen grandes ideas y grandes artistas. Hay que motivar poniéndose ojos de niño, preguntándoles sus intereses y pensando como el niño que todos llevamos dentro. A partir de aquí desde diferentes emociones como la sorpresa, la alegría, la curiosidad, la admiración, con afecto, cercanía y sentido del humor es más fácil conseguir que un niño se motive, aunque no en todos surge el mismo efecto.

– ¿Qué recuperaría de su epoca de estudiante que ahora se ha perdido?

Recuperaría la calle, este espacio desafortunadamente se ha perdido, es difícil encontrar niños jugando a juegos de antaño. En otros aspectos la sociedad ha evolucionado, sin embargo, en las escuelas es fácil ver como se trata a los niños como hace cuarenta años: entrando en fila, en silencio, con silbatos para llamar la atención del que se salta la norma,  sentados uno detrás de otro, con sirenas de aviso, sin interacción… y así multitud de ejemplos. Creo que se debe reflexionar sobre si esto es eficaz.

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– ¿Tienen los alumnos demasiados deberes?

Debemos tener en cuenta que cada niño es diferente y por tanto cada uno tiene un ritmo de aprendizaje y de ejecución de las tareas.  Si hablo por mí, creo que en función de la edad mando una tarea con un tiempo determinado, habiendo días en las que no mando nada o soy flexible en las fechas de realización de trabajos. Considero en primer lugar que el niño como tal tiene que tener tiempo para ser niño, jugar y hacer otras cosas, por tanto no es coherente que por las tardes dediquen todo su tiempo a ello. Recomendaría una coordinación entre los diferentes docentes para no colapsar con excesivas tareas, ya que esto supone desgaste, desmotivación y frustración en muchos casos.

– ¿Está de acuerdo en que se pase de curso sin aprobar todas las asignaturas?

Parto de que habría que globalizar las áreas o asignaturas, sobre todo en infantil y primaria y trabajar todas las inteligencias múltiples para conseguir el aprendizaje y dar mayor importancia a la música y a la actividad física- motriz del niño. Cada niño tiene un ritmo de aprendizaje diferente por tanto, si no se consiguen los objetivos propuestos no pasaría nada porque repita. La repetición tiene efectos positivos y hay que tener en cuenta numerosos criterios no sólo académicos, sino afectivo- sociales y de madurez.

– Comedor, actividades extraescolares… ¿Cuándo juegan los niños?

Muchas familias no disponen de tiempo por sus horarios y es por ello que se toman estas decisiones de tenerles ocupados. Quizá habría que plantearse la flexibilidad de los horarios en las empresas para que las familias pasen mayor tiempo con sus hijos o tomar otro tipo de medidas. Si me preguntas a mí cuando juegan, ¡Juegan en clase! El juego es el principal  motor principal de aprendizaje y lo llevamos a cabo cada día.

– ¿Están los profesores suficientemente valorados en nuestra sociedad?

Afortunadamente considero que cada vez estamos más valorados por las familias que nos conocen, o por lo menos yo lo siento así hacia aquellos que nos consideramos maestros todo el día. Si hacemos la valoración comparándonos con otros países en los que la docencia está muy reconocida por diferentes estamentos, creo que nos queda mucho por mejorar.

– Si pudiera pedir un deseo para 2018, ¿qué pediría a los políticos en materia educativa?

Les pediría que nos escuchen y valoren nuestras opiniones, que sean los docentes los encargados de establecer las pautas y guías que deben encauzar la educación y decidir que sea una cuestión de estado.

Que haya igualdad de oportunidades, que se reconozcan los derechos del niño en un estado que firmó la Convención Internacional y los cuales se vulneran en numerosas ocasiones.