Dentro del Plan de Inversión de la ciudad, se destinan más de 8 millones de euros para la destrucción, desnaturalización y cementación de 11 parques de la Alcalá de Henares.
Parece ser que con la inminente llegada de las próximas elecciones muchos de los actuales equipos de gobierno han optado por dar un lavado de cara a los espacios verdes de las ciudades, como es el caso de Torrejón con la compra de la finca de Soto de Espinillos al término de Alcalá o los más de 8 millones de euros gastados en espacios verdes dentro de la ciudad cervantina.
Como han citado varios medios a lo largo de estos meses, el Ayuntamiento ha optado por dedicar grandes recursos en actuar sobre varios parques emblemáticos de la ciudad, como el Parque de la Juventud o el de San Isidro, y que hasta ahora constituían pequeños pulmones verdes dentro de la amalgama de cemento que son las grandes ciudades, Alcalá incluida.
Estos dos son tan solo los primeros de una lista de hasta 11 parques que hasta la llegada de la maquinaria remodeladora casi se podían llamar espacios verdes. Con las actuaciones que se están acometiendo se ha optado por eliminar gran parte de la cobertura vegetal que habitaba en estos espacios para ser sustituida en muchos casos por superficies grises de cemento y zahorra que en unos meses convertirán estos espacios en auténticas islas de calor sin ningún tipo de vida, haciendo que Alcalá se aleje aún más del objetivo normativo de disponer en las ciudades de al menos un 30% de espacios verdes.
Esos arbustos, herbáceas y arboles que tanto parecen incomodar a los responsables de medioambiente (pasados y actuales) son los únicos elementos naturales capaces de garantizar un mínimo de bienestar y biodiversidad a estos espacios que, a día de hoy y gracias a esta inversión electoralista, han perdido el poco “verde” que les quedaba.
Merece la pena destacar una de las actuaciones con mayor impacto ambiental dentro de las zonas afectadas, la destrucción acometida para la construcción de lo que ellos llaman la Zona Verde Estancial de El Olivar. Esta actuación de desnaturalización ha arrasado con una buena parte de un espacio que hasta ahora gozaba de un pequeño aislamiento de la actividad humana y que gracias a ello albergaba una valiosísima vida animal, principalmente de aves como el milano, así como de diferentes especies de anfibios y reptiles. Se trata de un espacio alejado de las zonas urbanas que ha sido invadido, al igual que el resto de parques, por ese suelo gris en el que se han plantado arboles de pequeño porte que sin duda alguna requerirán de riego adicional y que vienen a sustituir a aquellos que llevaban viviendo de manera independiente dentro de este espacio durante varias decenas de años.
Desde Ecologistas en Acción de Alcalá de Henares volvemos a exigir al Ayuntamiento, así como a los técnicos responsables, que empiecen de una vez a ver el enorme valor que aportan los arboles y espacios verdes de nuestra ciudad y que actúen en consecuencia aportando soluciones que permitan recuperar y reducir los impactos acometidos en estos espacios tan necesarios para el bienestar de los vecinos de Alcalá.