la Luna del Henares: 24 horas de información

Paso a paso de una realidad. Cronología de una pandemia / Por Carlos Machado

Fue en diciembre de 2019 cuando en Wuhan, provincia de Hubei, China, hubo un brote epidémico de neumonía de causa desconocida. Según el Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades (CCDC), el 29 de diciembre, un hospital en Wuhan admitió a 4 individuos con neumonía. Estas personas tenían un mismo denominador común, trabajaban en un mercado de esa ciudad. El hospital comunicó esto al CCDC, cuyo equipo inició la oportuna investigación. El equipo encontró más casos relacionados al mismo mercado y el 30 de diciembre las autoridades de salud de Wuhan reportaron los casos al CCDC.

El 31 de diciembre, el Comité de Salud Municipal de Wuhan trasladó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que 27 personas habían sido diagnosticadas con neumonía de causa desconocida, habiendo 7 en estado crítico; la mayoría de estos casos eran trabajadores del mencionado mercado.

Para el 1 de enero de 2020 el mercado había sido cerrado y se había descartado que el causante de la neumonía fuera el SARS, el MERS, gripe, gripe aviaria u otras enfermedades respiratorias comunes causadas por virus. El 7 de enero de 2020 los científicos chinos habían aislado el virus causante de la enfermedad, coronavirus. El 12 de enero de 2020, las autoridades chinas habían confirmado la existencia de 41 personas infectadas con el nuevo virus, quienes comenzaron a sentir síntomas entre 8 de diciembre de 2019 y el 2 de enero de 2020, los cuales incluían: fiebre, malestar, tos seca, dificultad para respirar, y fallos respiratorios. Sobre el 15 de enero ya se habían localizado los primeros casos por covid-19 fuera de China: dos en Tailandia y uno en Japón.

La rápida expansión de la enfermedad hizo que la Organización Mundial de la Salud, el 30 de enero de 2020, la declarara una emergencia sanitaria de preocupación internacional, basándose en el impacto que el virus podría tener en países subdesarrollados con menos infraestructuras sanitarias. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus (Director General de la Organización Mundial de la Salud) Declaró una emergencia de salud pública de preocupación internacional sobre el brote del nuevo coronavirus. La razón principal, decía, “no es por lo que está ocurriendo en China, sino por lo que está ya ocurriendo en otros 15 países.”

El 31 de enero, Fernando Simón (Coordinador de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad) Decía ante los medios de comunicación, “Parece que la epidemia tiene posibilidades de empezar a remitir. Nosotros creemos que España no va a tener, como mucho más allá, de algún caso diagnosticado. Esperemos que no haya trasmisión local, si la hay, será una trasmisión muy limitada y muy controlada” Ante esta situación en el mundo, J. Hoffman (consejero Delegado GSMA, Organización de Operadores Móviles) el 12 de febrero de 2020, decía en rueda de prensa, “El GSMA ha tomado la decisión, por el Coronavirus, de suspender la Mobile World Congress en Barcelona, no por una razón financiera, sino por la salud y el bienestar de todos.”

Pero las administraciones españolas, cierran filas y aseguran que no se trata de un problema sanitario, y el mismo 12 de febrero de 2020 Ada Colau, Alcaldesa de Barcelona, decía que, “hay que insistir, que no hay ninguna alarma sanitaria a día de hoy local, ni en Barcelona, ni en Cataluña ni en España.” Ese mismo día 12, Carmen Calvo Vicepresidenta del Gobierno, exponía claramente, “Podemos entender que hayan decidido esa cancelación por otras razones, pero desde luego no por razones sanitarias en nuestro país.”

En la conferencia celebrada en Múnich, (Múnich Security Conference) el 15 de febrero de 2020, se especificaba que era imposible predecir qué dirección tomaría la epidemia. Todos los países deberían estar preparados para la llegada de casos y para tratar a los pacientes con dignidad y compasión, para prevenir la transmisión y proteger a sus sanitarios. María Jesús Montero portavoz del Gobierno y Ministra de Hacienda señalaba el 25 de febrero de 2020, que, “España está preparada. Cuenta con un sistema de monitorización, para los casos que se pudieran catalogar, como casos sospechosos.” Ese mismo día Salvador Illa Ministro de Sanidad apuntaba “Es lógico que haya preocupación, pero quiero trasladar un mensaje de confianza, en el sentido de que nuestro sistema sanitario está preparado para hacer frente a esto.”

También el 28 de febrero, Fernando Simón (Coordinador de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad) decía en sus declaraciones que, “España ahora mismo no está tomando ninguna medida de distanciamiento social. Eso sí, lo valoramos constantemente y cuando se haya de tomar esas medidas lo informaremos inmediatamente.”

El 1 de marzo, Pedro Sánchez, Presidente de Gobierno de España, decía, “Es la ciencia y el conocimiento los que garantizan, los que están al frente, nos informan y nos recomiendan sobre cómo atajar esta enfermedad.” A 1 de marzo, Sanidad sigue manteniendo que no hay razones para suspender en España, eventos como fiestas, partidos o conciertos, porque hay practicas más eficaces.

El Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus explicaba el 5 de marzo de 2020 que “Estamos preocupados de que en algunos países, (en los que se refería también a España) el nivel de compromiso político y las acciones para demostrar el compromiso, no están a la altura de la amenaza a la que nos enfrentamos. Esto no es un simulacro.” Cristina Almeida, haciendo una referencia a que el machismo mata más que el coronavirus, el 8 de marzo, llamaba a la manifestación multitudinaria, a todas las mujeres de España, el día 8 de marzo de 2020.

El 11 de marzo la enfermedad se hallaba ya en más de 100 territorios a nivel mundial, y fue reconocida como una pandemia por la OMS. Así lo comunicaba Tedros Adhanom Ghebreyesus (Director General de la Organización Mundial de la Salud), “La OMS ha estado evaluado constantemente este brote y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por lo tanto, hemos evaluado que, el Covid19 puede caracterizarse como una pandemia.”

Pese a esas informaciones de muchos días atrás y los casos ya existentes en Italia, España seguía quitándole importancia a las medidas drásticas de seguridad, cierre de aeropuertos, entradas en el país, tránsito libre… cuando en muchos países la norma era la de, mejor actuar hoy que arrepentirse mañana. Hasta el día de la fecha, Los comunicados contradictorios, de porcentajes de muertos y de contagiados, por parte del Presidente y portavoces del gobierno, ha sido lo que día a día se ha venido comentando en muchos medios de comunicación.

Tras esta cronología habría que reflexionar varias cosas. Pero, antes que nada, yo pondría un simple ejemplo: «Si un alpinista inconsciente, le da por subirse a un pico en unas condiciones meteorológicas, que por inconsciencia no se ha preocupado de informarse antes y esas condiciones, van a ser contraproducente para ejercer esa actividad; cuando se encuentre aislado totalmente, solo con su móvil en el bolsillo… y llame para que le rescaten, ¿la patrulla de rescate, va a preguntarse si ir o no ir por la irresponsabilidad del individuo? Evidentemente no. Primero lo salvan y después le recriminarán.

Pues lo mismo ocurre en estos momentos. Ya habrá tiempo de pasar factura. Ya habrá tiempo de decirle al Presidente del Gobierno a que se refería cuando nos dijo “Es la ciencia y el conocimiento los que garantizan y los que están al frente, nos informan y nos recomiendan sobre cómo atajar esta enfermedad” ¿o si en vez de la ciencia y el conocimiento, se refería a medidas populares o impopulares? Está claro, que no hay que ser científico para darse cuenta, viendo ejemplos de otros países, de que no se ha obrado en consecuencia a la realidad. Muertes anunciadas, pero muchas más de las que se informan día a día, porque muchos de los fallecidos, por falta de material sanitario, no se han podido diagnosticar como coronavirus. Muertes en condiciones infrahumanas. Esfuerzo extralimitado de sanitarios, cadáveres almacenados sin poderse enterrar… Bueno que se puede decir, si todos lo venimos padeciendo.

Pero ahora, nuevas medidas. ¿Qué fiabilidad tienen de ser tomadas con el beneplácito de los que realmente saben? Serán tomadas como decía Pedro Sánchez, por personas capacitadas, o serán tomadas para que la gente le diga: «jo qué bien».

Que la crisis económica y emocional, hay que atajarla en la medida que se pueda, por descontado, pero ¿vale la pena el intentarlo si con ello retrocedemos en lo principal y que es, la vida o la muerte? Dan una noticia y a los pocos momentos, cuando ven la reacción de los que «no sabemos, ni somos entendidos» la rectifican… ¿Esas son las personas capacitadas a las que se refería el señor Sánchez?

Al que sea creyente, que Dios le pille confesados y al que no lo sea, que le pille dormido o jugando al mus.

Carlos Machado (Carlos Rodríguez Rodríguez)